Jugar en casa, el triunfo del Rugby Ávila Club

A.S.G.
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Tras su primera temporada en la Regional Sur, el Rugby Ávila Club reafirma su continuidad en Castilla y León. José Ignacio Romero seguirá al frente tras su llegada en el 2014. «Me siento con ganas»

Jugar en casa, el triunfo del Rugby Ávila Club - Foto: David Castro

Hace un año el Rugby Ávila Club tomaba la decisión.Después de cinco años en la Regional de Madrid hacía las maletas.La obligación de jugar sus partidos como local en terreno madrileño provocó la mudanza. Para el club que se puso en marchar en 2011 y que empezó a competir en 2013 en Madrid este cambio suponía su debut en su tierra, en Castilla y León. Lo hacía con una quinta posición mucho más valiosa de lo que puede parecer.No sólo porque el nivel es diferente, sino porque el rugby ha vuelto, de nuevo, a la Ciudad Deportiva. «Jugamos en nuestra tierra, llevando el nombre de Ávila por los rincones de la comunidad, pero sobre todo jugamos en nuestra casa». Para un club que busca dar visibilidad a este deporte en una ciudad poco habituada al balón ovalado y que se ha fijado como prioridad trabajar con la cantera, el regreso a su campo de juego ha sido una victoria por anticipado.

«No nos arrepentimos de la decisión que tomamos en su momentos» señala José Ignacio Romero, entrenador del primer equipo del Rugby Ávila Club. «Lo ocurrido el año pasado fue un hándicap, un desgaste enorme para el club y para los jugadores. Y aún así lo superamos con una temporada muy buena» recuerda Romero tras la salida de tierras madrileñas. Querían volver a casa y lo han conseguido. «Estamos satisfechos de haber vuelto a jugar aquí, de que puedan venir a vernos». Ha vuelto el rugby de su mano y de la mano de la Federación de Castilla y León, uno de los muchos interesados en que el club magenta estuviera en la comunidad.De manos de la Federación ha recalado en la Ciudad Deportiva una jornada de cantera destinada a las categorías sub’12 y sub’14 con más de 200 participantes. Y todo ello sin olvidar que la cantera ha podido participar en la Liga de Castilla y León, que  el equipo femenino ha jugado la liga regional junto con Arroyo de la Encomienda o la convocatorias de algunos jugadores con la Sub’15 y la Rugby Seven de Castilla y León. No son pocos pasos hacia adelante.

En lo estrictamente deportivo, quinto puesto. «Ha sido una toma de contacto en esta competición».Debut «que me deja contento». Tomaron el pulso a los equipos en la primera vuelta para «tener mucho que decir en la segunda».Mejoraron en la segunda fase, «controlando mejor a los rivales y poniendo las cartas encima de la mesa tanto en ataque como en defensa, construyendo desde atrás.Podemos estar contentos del aterrizaje en la Liga de Castilla y León» valoraba José Ignacio Romero, que reconoce las diferencias con la Liga de Madrid. «Al ser menos equipos  están reforzados por antiguos jugadores de División de Honor, por lo que el tipo de juego no tiene nada que ver. Hay jugadores con un alto nivel de juego para una división regional.Están uno o dos peldaños por encima».

No se arrepienten del cambio de competición en el Rugby Ávila Club. Lo reaformó su asamblea como reafirmó la continuidad de José Ignacio Romero al frente del primer equipo.Llegó en el 2014 y desde entonces se ha convertido en un pilar del equipo y en la idea de construcción del proyecto. Por su parte, encantado de seguir. «Me siento con ganas, con entusiasmo, con fuerzas y de seguir apostando por el Rugby Ávila Club», señala el entrenador. «Me siento muy a gusto. Creo que poco a poco hemos ido creciendo como club, como equipo.Creo que tenemos una seña de identidad que se va plasmando y me siendo muy contento de estar aquí».Su continuidad está por encima de los resultados en la competición. Va más allá. Está en su trabajo. Tanto que a día de hoy  hace raro ya un Rugby Ávila Club sinJosé IgnacioRomero.

 

Quintos en su debut en Castilla y León

Tras cinco temporadas en la Liga Regional de Madrid el Rugby Ávila Club tomó la decisión. En el verano del 2018 daba el salto a Castilla y León. Ponía el punto y final a cinco cursos consecutivos compitiendo en Madrid, cinco años de crecimiento pero un problema en su última temporada que no tenía solución.Porque en su última campaña en tierras madrileñas (2017-2018) sus rivales se negaron a viajar fuera del límite de la comunidad para disputar sus partidos como visitantes. La decisión entraba dentro del reglamento, pero las consecuencias para el RACfueron determinantes. No sólo obligó a un esfuerzo económico y personal importante, sino que les llevó a ‘desaparecer’ de la Ciudad Deportiva. Sus partidos como locales los tuvieron que jugar en Madrid. Pese a ello, los abulense firmaron una de sus mejores temporadas. Tras la reestructuración de la competición que les llevó de la Cuarta División al Grupo A de Tercera, por segundo año consecutivo (como en la 2016-2017) se metieron en la fase de ascenso como terceros de su grupo y tras una primera fase en la que fueron líderes. Esta vez el panorama era diferente. Ya se sabía que el cambio de territorio y de competición acabaría por notarse en una categoría de un nivel superior –«los equipos están reforzados por antiguos jugadores de División de Honor»- pero de la que el club magenta vuelve a sacar lecturas positivas. Porque pese a todos los cambios, las lesiones –no fueron pocas en la primera vuelta– y los reajustes, el equipo acabó quinto tras una segunda vuelta en la que mejoraron sus prestaciones.