«El alcázar es apasionante por su arqueología y su historia»

D.C
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Rosa Ruiz Entrecanales, arqueóloga municipal, abrió el ciclo 'Arqueología de Ávila' del Museo acercándose a lo que significó para la ciudad esa construcción defensiva que fue levantada en la repoblación y demolida el pasado siglo

«El alcázar es apasionante por su arqueología y su historia» - Foto: David Castro

Arrancó este jueves el ciclo de conferencias 'Arqueología de Ávila. Actualidad y retrospectiva II', que organiza el Museo de Ávila, con una charla ofrecida por Rosa Ruiz Entrecanales, arqueóloga municipal de Ávila, a través de la cual mostró al público el largo e interesante pasado del alcázar de Ávila, una construcción defensiva que tras pasar por varias fases fue demolida el pasado siglo pero del cual queda mucha 'información', en parte documental, en parte arqueológica.

Comenzó explicando Rosa Ruiz que en el lugar que ocupó el alcázar, fundamentalmente lo que ahora es la plaza Adolfo Suárez y su lado oeste, «hubo construcciones desde el siglo I hasta el presente», aunque en realidad «el primer alcázar como construcción defensiva es contemporáneo a la repoblación, los siglos XI-XII». No mucho tiempo después, a finales del siglo XIII y concretamente en el año 1290, «hay una orden de Sancho IV para que se pague a dos alarifes musulmanes que están trabajando en la terminación del alcázar», labor que parece que ejecutaron con eficacia porque «en 1303, en el becerro de la Catedral, ya aparece el alcázar como acabado».

Ese primer alcázar, apuntó la arqueóloga municipal, «es el que luego el rey Enrique IV (rey de Castilla? Desde 1454 hasta su muerte en 1474) demuele completamente para a partir de ahí elevar el suyo propio, de mayores dimensiones».

El tiempo y la falta de los necesarios cuidados corrieron en contra de esta construcción defensiva, que «en el siglo XVIII pasa a ser utilizado como cuartel de caballería; su situación entonces, cuando ha dejado de ser propiedad real y ha pasado a serlo municipal, es el resultado de muchos años de abandono y sin alcaide». Para ese nuevo fin «hacen unas primeras habitaciones para que las ocupe el batallón de Toledo del Ejército, que tiene unos 500 soldados, pero está en tan mal estado, con algunos muros que son solamente con cenizas y barro,  sin cal para consolidar, que desde ese momento y hasta que se derriba es un continuo quejarse del mal estado del cuartel».

un sitio de mucho interés. Ese espacio de la ciudad, desde hace muchas décadas convertido en espacio público, es para Rosa Ruiz Entrecanales «un sitio apasionante tanto arqueológica como históricamente hablando, porque en este último sentido se nos olvida que por ese alcázar pasaron reyes como Isabel I y Carlos I, y tuvo tanta significación que cuando éste rey después de la guerra de comunidades llega a Ávila entra por la puerta del Alcázar, porque el alcázar es de propiedad real. Antes de entrar al alcázar llega a la Catedral, donde se celebra una ceremonia en la cual el alcaide del alcázar le hace entrega de las llaves del alcázar y del cimorro, y Carlos I se las devuelve y le dice que sigue contando con él para la protección del edificio, donde luego fue a reposar en los que eran sus aposentos».