Mil farmacias están acreditadas para preparar 'pastilleros'

P. Velasco
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Este sistema comenzó a aplicarse en 2014, aunque todavía no está regulado por Sacyl y es el Concyl el que se encarga de ofrecer formación y asesoramiento a los profesionales

Un farmacéutico prepara un ‘blíster’ en un establecimiento de la Comunidad - Foto: Alberto Rodrigo

Más de un millar de farmacias de Castilla y León ofrecen en la actualidad los Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD). Un servicio de ‘pastilleros’ personales que ayuda a los pacientes a seguir su tratamiento, organizándoles la medicación mediante envases especiales tipo blíster, por días y por tomas para un tiempo determinado. El objetivo es mejorar la adherencia en pacientes crónicos polimedicados. 

A falta de una regulación oficial, el Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl) creó en 2014 un protocolo sobre estos sistemas que incluye todos los procesos técnicos para realizarlos de manera eficaz y que ha acreditado a más de mil farmacias y casi 1.700 profesionales durante este tiempo. Una formación que se ha vuelto a reactivar en los últimos meses en las provincias de Ávila y Soria, y que llegará antes de verano al resto de la Comunidad, como señala el presidente del Concyl, Carlos Treceño, que confía en que gracias a esta segunda fase «queden acreditadas la gran mayoría de las farmacias, aunque eso no quiere decir que se pueda realizar este servicio sin estar adherido». 

De momento, Castilla y León no cuenta con una regulación oficial de este sistema de medicación como sí ocurre en otras comunidades como Aragón, aunque recientemente la Junta ha aprobado el decreto sobre la atención farmacéutica en los centros sociosanitarios y residenciales para evaluar la eficiencia de la elaboración de SPD en pacientes crónicos polimedicados.

Esta falta de normativa supone que tampoco se fije un coste concreto sobre este servicio, que no está subvencionado por el Sacyl. «La realización de los SPD implica un coste en el tiempo que debe dedicar un farmacéutico en su preparación respecto a materia prima, los ‘blísteres’, por lo que no hay un precio recomendado ni podemos entrar en ello», señala Treceño. En el caso de Aragón, el coste varía entre 20 y 30 euros mensuales.

Lo que sí está acreditada es la eficacia de estos sistemas personalizados de dosificación gracias al proyecto Dioscórides que el Concyl presentó en 2017. Un estudio que demostró que el protocolo de medicación SPD permitiría una reducción del 15 por ciento en la factura farmacéutica de la Comunidad al reducir la falta de adherencia a los tratamientos de los pacientes crónicos, que se sitúa por encima del 50 por ciento. Esto supone un ahorro en costes directos de 15,2 euros por paciente y mes derivados de un mejor uso de la medicación.

Problema de adherencia

Treceño destaca que los pacientes que más se benefician con este servicio son aquellos que representan un problema de adherencia y «estos son los que tienen más tratamientos, posible deterioro cognitivo y más dificultades de organización». Y evidentemente, esto es mucho más habitual en zonas rurales.

El presidente del Concyl valora que este servicio «entronca con la actividad y la atención farmacéutica que debe ser la máxima en el día a día del trabajo del profesional con el paciente» y va más allá de preparar el dispositivo porque incluye un seguimiento de la medicación.