Detenido por un delito de lesiones, tras una persecución

I.C.J.
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Los hechos los protagonizó un joven de 26 años que se puso al volante de un coche sin ITV y habiendo consumido alcohol, además de conduciendo de forma temeraria

Detenido por un delito de lesiones, tras una persecución - Foto: Ana I RamÁ­rez

Un joven de 26 años de edad fue detenido por la Policía Nacional el viernes pasado tras «supuestamente» haber estado implicado en un delito de lesiones. No es el único delito que se le imputa pues a éste suma otro contra la seguridad vial por conducción temeraria.

En una nota de prensa enviada desde el Ayuntamiento dan cuenta de este suceso, concretamente en lo que se refiere al delito de seguridad vial. Y es que el joven fue interceptado tras una persecución. Este suceso se produjo a las 12,55 horas del viernes 5 de noviembre, cuando agentes de Policía Local fueron requeridos por una unidad del Cuerpo Nacional de Policía que, «realizando labores propias de su cargo, observaron la comisión de una serie de infracciones de tráfico». Estas infracciones habían comenzado en la plaza de Granada y, además, el vehículo circulaba a gran velocidad, por lo que se inició la persecución para intentar parar el vehículo con señales prioritarias acústicas y luminosas».No fue hasta llegar a la calle Deán Castor Robledo cuando los agentes consiguieron detener el vehículo «por imperativo del tráfico» y después de un posible riesgo de atropello y de no respetar la prioridad de paso en varias intersecciones.

Allí los agentes de Policía Nacional procedieron a la identificación del conductor, un varón de 26 años, vecino de Ávila, que presentaba, explican «síntomas y un comportamiento que permitían razonablemente presumir que conducía bajo la influencia de bebidas alcohólicas, por lo que fue requerido para someterse a las pruebas de investigación de la alcoholemia».

Con posterioridad a la realización de las pruebas y como decíamos el conductor del vehículo fue detenido por Policía Nacional, al haber estado «supuestamente implicado en una intervención la noche anterior, por un posible delito de lesiones». Además se le imputó otro delito contra la seguridad del tráfico por conducir de forma temeraria.

La cosa no quedó ahí ya que, realizada la prueba de alcoholemia por parte de los agentes de Policía Local, el interesado arrojó «una tasa de alcohol altamente positiva», instruyéndose el correspondiente atestado por la posible comisión de un delito contra la seguridad vial. A mayores se le denunció administrativamente por no reunir el neumático trasero de su coche las condiciones mínimas de utilización, un vehículo por cierto que no se había sometido a la obligatoria Inspección Técnica de Vehículos (ITV).

Otro conductor, ebrio al volante. Dos días después de este suceso, a las 9,20 horas del 7 de noviembre se tuvo conocimiento de otro delito contra la seguridad vial por conducción bajo la influencia del alcohol.  Fue entonces cuando la Policía Local que prestaba servicio de atestados en la Calle Campo Azálvaro recibió un aviso de la Guardia Civil puesto que se les había requerido por parte de un conductor en la zona de Las Hervencias ya que éste observó a otro realizando maniobras «irregulares» y alertando de que podría estar ebrio. Allí se personó la Policía Local que comprobó que había un vehículo estacionado en la Avenida de España. En el interior estaba el conductor, un varón de 34 años, vecino de Ávila, y según la nota «en profundo estado de embriaguez». De hecho, éste, tras ser preguntado por su estado, respondió «espontáneamente» que había consumido bebidas alcohólicas recientemente, y que había hecho uso de su vehículo para acudir a su domicilio a descansar.

«Al presentar síntomas y un comportamiento que permitían razonablemente presumir que conducía bajo la influencia de bebidas alcohólicas, el conductor fue requerido para someterse a las pruebas consistentes en la verificación del grado de impregnación de alcohol en aire espirado, que arrojaron un resultado altamente positivo». Por ello, se instruyó el correspondiente atestado, por la posible comisión de un delito contra la seguridad vial.