Con cierto retraso sobre el calendario inicialmente marcado, propiciado por las circunstancias obligadas derivadas de la pandemia, UGT Ávila celebró el pasado martes el Congreso Provincial en el que Javier García Hernández fue reelegido como secretario general, para afrontar un segundo mandato.

Reelegido con el cien por cien de los votos. ¿Cómo valora ese respaldo unánime?

Ha sido una gran satisfacción para mí, porque cada uno conoce su casa. Inicié esta andadura hace cinco años, de la situación que venía el sindicato de una recomposición de federaciones, y una vez que eso se consolida, en Ávila hemos hecho un gran equipo entre todas las federaciones y la Unión Provincial. Al final, el trabajo y la relación entre los compañeros el fruto que ha dado es ese, ese apoyo unánime. Y lo que te da es mucho ánimo para seguir trabajando en la misma línea.

¿En qué situación se encuentra UGT en Ávila?

A nivel interno somos el sindicato mayoritario en la provincia. Tenemos una afiliación superior a 5.300 trabajadores y trabajadoras, y somos el sindicato más representativo de la provincia en porcentaje, ya que el 50 por ciento de los delegados de personal y de los comités de empresa que se eligen en nuestra provincia son compañeros y compañeras de la UGT. Eso significa que el trabajo de estos compañeros en sus centros de trabajo, con el soporte y el respaldo del sindicato, da sus frutos también, y ese respaldo se consigue cada cuatro años en las urnas de las elecciones sindicales, que es lo que da representatividad al sindicato tanto dentro como fuera.

¿Cómo valora su gestión al frente del sindicato en esta primera etapa?

Yo distinguiría dos fases. Una primera de consolidación. En el año 2016, a nivel interno hubo un cambio estatutario y ello motivó que hubiera una serie de fusiones de las antiguas federaciones de las que constaba el sindicato hacia tres y cuando se producen esos procesos son complicados. Por eso, en esa primera etapa se hace la consolidación de las nuevas federaciones, que pasa por la ubicación de las mismas. Dentro de la sede tenemos un edificio complicado y ahora mismo la planta baja es la sede de la Unión Provincial y las federaciones de UGT se encuentran en la primera y la segunda planta del edificio de la plaza de Santa Ana. Una vez que eso ocurre, las nuevas federaciones empiezan a trabajar con nuevos equipos de trabajo y el resultado está ahí, en las elecciones sindicales, y la negociación colectiva que hemos tenido hasta 2020, que se ha frenado un poco. Y en el crecimiento en la afiliación, sobre todo de empleados y empleadas públicos, que ha sido capaz de crecer hasta cerca del 50 por ciento hasta 2019.

¿Y cara al exterior?

Cara al exterior, participamos en comisiones de carácter estatal y autonómico. A través del diálogo social tenemos representación y participamos en el Consejo de Administración del Lienzo Norte y en el de la Fundación Ávila. 

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