Por Ávila pide que el castro de Chamartín sea declarado BIC

D.C
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Recuerdan que el expediente para reconocer con esta categoría el oppidum y la necrópolis de La Osera se inició hace casi 41 años y aún no ha sido resuelto

Castro de Chamartín.

El grupo político Por Ávila pedirá a la Diputación Provincial que inste a la Junta de Castilla y León, a través de su Consejería de Cultura y Turismo, a impulsar la declaración de Bien de Interés Cultural en categoría de ‘zona arqueológica’ para el castro de la Mesa de Miranda y la necrópolis de La Osera, ubicados en el municipio de Chamartín de la Sierra, una solicitud que presentará como moción en el próximo Pleno de la Diputación, según anunciaron, frente a ese enclave prehistórico singular, Ángel Jiménez, alcalde de Chamartín y diputado provincial, y Alberto Encinar, portavoz del grupo Por Ávila en la Institución provincial.

Recordaron ambos representantes políticos que la provincia de Ávila cuenta «con numerosos tesoros arqueológicos cuya importancia se ha ido viendo reconocida a lo largo de las últimas décadas con declaraciones de Bien de Interés Cultural» –por ejemplo los castros  de El Raso, Cogotas o Ulaca– entre los cuales no se cuenta, de manera que consideran injusta, el castro de la Mesa de Miranda y la necrópolis de La Osera, no sólo por el enorme valor que atesora y que bien lo merece sino también porque hace cuatro décadas que fue incoado el expediente en trámite de urgencia de declaración de monumento histórico-artístico y arqueológico para ambos yacimientos.

Será el día 24 de noviembre cuando se cumplan los 41 años de la incoación de este expediente, aun sin resolver, en lo que para Por Ávila «parece ser una anomalía en un proceso que comenzó antes de promulgarse la legislación correspondiente a nivel nacional y autonómico».

Armados con el argumento seguro de que «el valor de este yacimiento arqueológico, descubierto en 1930 por Antonio Molinero, es incalculable, no solo por las piezas encontradas y los restos de estructuras halladas, sino por lo que estos hallazgos supusieron en el estudio de la cultura vetona en la provincia, así como de la historia de una civilización», Jiménez y Encinar manifestaron que consideran que tras tanto tiempo de espera, imposible de entender, «es urgente que se declare, de una vez por todas, bien de interés cultural en la categoría de ‘zona arqueológica» a ambos yacimientos que forman parte del mismo conjunto.

«Con la declaración de BIC se convertiría en el reclamo turístico más destacado de la Sierra de Ávila», explicó Ángel Jiménez, que además quiso recalcar «la enorme riqueza arqueológica» de esta zona, en la que «cada granito de arena cuenta para activar el desarrollo y el crecimiento económico, turístico y cultural de nuestros pueblos».

Según se recoge en la ficha del Inventario de Bienes del Patrimonio Cultural de Castilla y León, el castro está datado en la Segunda Edad del Hierro (a partir del 500 a.C.) y estuvo poblado hasta bien avanzado el siglo III a.C., abandonándose con la conquista romana del territorio.