Hace algunos días ya que Ávila se despidió de ese viaje a la Edad Media que desde hace ya un cuarto de siglo realiza cada primer fin de semana de septiembre. Una relación con el Medievo que también tiene Gustavo Sarrión, conocido artísticamente como Arcipictor, que ha hecho de esta época histórica el tema de inspiración de su obra. Una obra que desde este miércoles y hasta el 28 de septiembre se puede ver en la sala de exposiciones del Episcopio y que lleva al visitante de nuevo a ese viaje en el tiempo a una época que no es tan oscura como se cree.
Copias de imágenes procedentes de códices europeos, de vidrieras, de tapices o de murales realizadas a mano sobre madera avejentada y también sobre superficie cerámica componen esta exposición de artesanía medieval que realiza un repaso por la vida cotidiana de la Edad Media pero también por la cultura y el saber de esta época o por otras cuestiones como el ocio y los juegos del Medievo; su bestiario, dominado por dragones, o incluso la religión.
Rolando, la espada Excálibur, el Santo Grial o el Rey Arturo son solo algunos de los personajes que protagonizan estos dibujos que Arcipictor ha ido encontrando en códices medievales y en otras fuentes históricas como los tapices de Bayeux e incluso en murales como los de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de la localidad navarra de Alaiza.
A ese viaje en el tiempo, en concreto al periodo comprendido entre los siglos V y XV, que anima a realizar Arcipictor a través de su obra también contribuyen otros elementos que se incluyen en esta curiosa exposición en la que también se pueden ver armaduras, banderas medievales e incluso maniquíes vestidos al modo medieval.
«Es un artesano total que copia lo medieval de forma absolutamente original», destacó el concejal de Cultura, Ángel Sánchez, durante la inauguración de esta exposición que nace, aseguró el artista, con la intención de ser «itinerante».
Una exposición que, además de original y muy interesante, también tiene un claro objetivo didáctico ya que a través de los dibujos, copias fieles de originales, realizados en tablas de madera y superficies cerámicas el artista pretende dar a conocer una época muy interesante y que a día de hoy sigue despertando mucho interés como demuestra el hecho, asegura Arcipictor, de que su obra se vende en prácticamente todo el mundo.