COMO en casa. Así se sintieron este lunes los alcaldes y representantes de las 17 ciudades españolas en las que Santa Teresa de Jesús dejó su semilla en forma de fundación al entrar a la iglesia de La Santa, levantada sobre la tierra en el que la mística abulense nació y dio sus primeros pasos hace ahora casi 500 años.
«La casa de Teresa es siempre la casa de todos», les recibió el prior del convento de La Santa, el padre David Jiménez, que en el acto de entrega del título de Ciudad Teresiana por la Orden delCarmelo Descalzo a las 17 localidades fue el primero en alabar las miles de virtudes de Teresa, destacando su cultura vocacional y los muchos reproches que ésta le ocasionó pero que, «hoy suenan como los piropos más certeros con los que describir a una monja que llevaba a Dios en su corazón».