Collegium abre sus puertas a la exposición Sustancia-Sustancias en la iglesia de San Martín, lugar que acogerán las muestras temporales de este gran proyecto cultural, mientras duren las obras del construcción del complejo cultural Collegium, que se proyecta en Arévalo. La muestra recoge las 80 obras de los 'Caprichos' de Goya y más de 100 objetos colocados en distintos puntos de la iglesia de San Martín, pertenecientes de 19 artistas de 17 nacionalidades. Goya es el único autor español que se puede ver en esta muestra. Se trata de la primera exposición del ciclo 'Abierto por obras', que se  va a ir desarrollando en la iglesia de San Martín mientras se construye la sede de Collegium.      Esta muestra podrá verse en San Martín hasta el próximo mes de junio. Se abrirá al público a partir del próximo miércoles.

«Este proyecto se cocinó pensando en Arévalo y su Museo de Arte Contemporáneo», señalaba Patrick Charpenel, el comisario de la exposición quien reconocía que el propósito de esta exposición es «introducir los elementos que nos hablen de la historia y de los elementos que aún están presentes, en las marcas de todo el entorno urbano en que se encuentra». Reconoce el comisario que esta exposición se ha hecho tomando en consideración dos elementos muy importantes. Por una parte, la iglesia de San Martín, y su extraordinario altar barroco. Por otro,  la inclusión de una de las mejores copias de los 80 grabados de los Caprichos de Goya, la serie completa. «Procuramos mostrar que el arte contemporáneo sigue reflexionando en torno al debate que surgió cuando nace el Barroco, cuando aparece la Contrarreforma en contraposición a la Reforma Protestante, cuando se abre un debate teológico muy intenso. Este debate en torno a la idea de la  transustanciación, de alguna manera sigue vivo. Pero no a través de  este tinte teológico y religioso, sino a través de la forma en que los artistas contemporáneos problematizan cuestiones ontológicas, cuestiones como las esencias y  el significado de una cosa es reversible, no está fijado de una manera universal». Defiende el comisario de esta exposición que «podemos siempre hacer un desmontaje de estos significados y de las intepretaciones que comunmente hacemos de nuestra realidad. En ese proceso de hacer ese desmontaje surgen una capas de lectura y de  perspectivas del mundo, que están de alguna manera presentes en el argumento central de este proyecto».

Sobre la importancia de Goya en la pintura Patrick Charpenel recuerda que la historiografía está de acuerdo en estos momentos que uno de los padres del arte moderno es precisamente este autor español. «Un artista que va desde la pintura galante hasta el simbolismo. En su proceso de desarrollo pasa y se transforma en un artista  que nunca fue complaciente hasta convertirse en un artista completamente político y  crítico, que es capaz de hacer obras disruptivas, como es el caso de la Quinta del Sordo o de Los Caprichos». Sobre esta obra defiende que «quisimos poner esta obra que pone el mundo de cabeza a todas las certezas de este período de grandes convulsiones en el que le tocó vivir a Goya. Estas piezas demuestran que es un momento de crisis; un  momento donde todas las estructuras en las que se había apoyado un sistema se empiezan a desmoronar. Esto está presente en esta obra crítica monstruosa de Los Caprichos de Goya. Se trata de piezas extraordinarias, una de las mejores copias que se conocen y que se exhiben en Arévalo. Tanto Goya como la idea del Barroco están demostrando que no hay una manera definida y clara de representar  las cosas, sino que entre las cosas hay una serie de conexiones muy complejas, en el mundo, en la realidad y  los artistas tienen la capacidad de hablar de esas conexiones. Tanto en Goya como en el altar barroco de esta iglesia, son dos formas de abrir una conversación muy rica, entre la producción de los artistas contemporáneos a nivel global y el legado tan importante y rico que deja a Arévalo a través de figuras como Íñigo de Loyola, Isabel y muchos más. Quiero que el propio peso de Arévalo  de alguna manera sea  el elemento que marca el tema de esta exposición».

 Javier Lumbreras, el coleccionista y promotor,  junto a su mujer Lorena Pérez-Jácome, de este importante proyecto cultural que es Collegium, sostiene que con esta exposición, Sustancia-Sustancias se ponen en marcha los programas porque «además de todo el proyecto arquitectónico y la obra civil del museo lo más importante de todo esto es al fin y al cabo el contenido. Podemos hacer una prueba de lo que  van a ser los programas». Reconoce que es una exposición que no ha sido fácil de programar y que «está a nivel de cualquier otra que programe cualquier institución nacional. Esta puesta en marcha es una prueba más de nuestro compromiso por este proyecto cultural».

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