EN nuestras Conversaciones en el Lienzo Norte, siempre al abrigo del imponente edificio del Centro de Congresos y Exposiciones,  hemos charlado con científicos, escritores, músicos, profesores o empresarios. Charlas todas ellas interesantes y reveladoras en un escenario único que podemos decir sin temor a equivocarnos que conoce mejor que todos ellos nuestra protagonista de hoy, Cristina Hernández (Ávila, 1983) la directora de Operaciones de estas instalaciones.

Confesamos que nos costó animar a Cristina (licenciada en Historia del Arte y en Turismo, en ambos casos por la Universidad de Salamanca) para que se uniera a la lista de abulenses que han compartido sus vidas con nuestros lectores a través de estas páginas. Ella, discreta, prefiere estar siempre al otro lado de las cámaras. Pero los diez años que acaba de cumplir el Lienzo Norte terminaron de convencerla y ahora tenemos la suerte de presentarles a una mujer tan risueña como trabajadora, que se mueve como pez en el agua en los miles de metros cuadrados del edificio de Francisco Mangado. «Una de las jornadas del Festival de la Danza anduve 15 kilómetros en un sólo día», nos descubre Cristina para empezar una de las muchas curiosidades de un trabajo que no sólo le permite contemplar a diario una de las vistas más espectaculares de la Muralla que se tienen en Ávila sino, también, tratar con artistas de todas las disciplinas artísticas. Nombres de primera que han dejado sobre los escenarios del Lienzo Norte desde el momento de su inauguración, ahora hace una década, momentos para el recuerdo.

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?

Cielo azul.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

Tapear. Sobre todo en la zona centro y en la zona sur. 

¿Y lo que menos?

No es dejadez, pero esa falta de apoyo a los jóvenes que son los que pueden hacer el futuro de Ávila.

Un lugar para perderse.

El puente de madera que lleva a los Cuatro Postes. Hay veces que cuando estoy saturada de estar aquí me bajo a dar una vuelta. 

Un recuerdo de la infancia.

Cuando jugaba de pequeña en frente de casa de mis abuelos en la avenida de la Inmaculada. Jugaba a los juegos de los niños de antes, a la muñeca, a la goma...

El mayor cambio que necesita Ávila es…

Más apoyo a los más jóvenes. Y sobre todo a iniciativas jóvenes que tienen mucho potencial y que podrían venir muy bien a la ciudad. 

Y tiene que mantener…

Tiene una cosa buena y es que somos una ciudad acogedora para el visitante.Eso se debería mantener pero además motivarlo un poco más. La gente disfruta la ciudad.Eso habría que mantenerlo y distinguirnos un poco más. Para que la gente nos busque por eso.

¿Qué le parece la ciudad hoy día?

Me parece una ciudad bastante agradable para visitar, pasear y vivir. Te ofrece una buena calidad de vida. Pero creo que tendría que estar más abierta a más nuevas cosas.

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Espero que mejor, con más cambios, para favorecer a mucha gente de mi generación que está fuera y ya no ve esto como posible sitio para retornar. Lo ve un sitio para venir un fin de semana y cada cierto tiempo. No lo ven como una opción de retorno, y eso me preocupa un poco.

¿Qué puede aportar a la ciudad?

Mi trabajo aquí. Intentamos hacer una oferta cultural atractiva e interesante para todo el mundo. Espero poder fomentarla y que ésta aumente.