Ávila se vuelca con La Santa en su regreso a las calles

M.M.G.
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Miles de personas acompañaron a la imagen de Teresa de Jesús en un día muy especial y emocionante para los allí reunidos

Ávila se vuelca con La Santa en su regreso a las calles

Emoción, mucha emoción. Ése era, sin duda, el sentimiento que más se notaba este viernes en la procesión de La Santa por las calles de Ávila, una cita que los abulenses esperaban con mucha ilusión después de que el año pasado su patrona, la primera doctora de la Iglesia, no pudiera recorrer el centro de su ciudad a causa de la pandemia el 15 de octubre.

Veinticuatro meses después, La Santa podía finalmente a sentir el cariño y el calor de los suyos. Y lo recibía en grandes cantidades. Miles de personas llenaban las calles por las que estaba previsto que discurriera la comitiva. Y cientos de ellas se aglomeraban en las inmediaciones de la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de ElSalvador, por donde hacía su aparición la imagen de Santa Teresa a las 12,38 horas.

Entre aplausos, vítores y el himno de España, interpretado por la Banda del Amarrao, Teresa de Jesús se reencontraba a cielo abierto con los abuleses. Todos ellos bien protegidos por las inevitables mascarillas. Quizá la única diferencia respecto a procesiones de años anteriores.

Las mascarillas, y quizá también la cifra de personas que abarrotaban las calles del centro de Ávila. Muchas más que en ediciones anteriores.

Quizá contribuía a ello también el buen tiempo que este viernes reinaba en Ávila. Sol casi de verano y temperaturas superiores a los 20 grados ponían su granito de arena para hacer que el día fuera más especial aún.

una larga comitiva. Las cofradías y hermandades de Ávila, detrás de los clásicos gigantones y cabezudos abulenses, eran las encargadas de abrir una muy larga comitiva, en la que la nota de color venía de los trajes regionales de muchas mujeres abulenses y de las mantillas de otras tantas. Con ellas se cruzaba Pablo Casado, líder del Partido Popular, que a su salida del templo se paraba a saludar y a hacerse fotos con quien se lo pedía. 

La Cruz de los Jóvenes, presente estos días en Ávila y el Icono de Nuestra Señora Salus Populi Romano, que también habían estado en la eucaristía, se unían también a la procesión.

Aunque, como no podía ser de otra manera, fue la aparición de La Santa la que congregaba más miradas en su salida del primer templo abulense. Ella y su querida Virgen de la Caridad, que también se llevaba los aplausos de los fieles.

Y tras ella, todas las autoridades que habían presenciado también la eucaristía oficiada por el obispo abulense, José María Gil Tamayo.

De hecho era él el primer en seguir los pasos de Teresa. Lo hizo con cara de felicidad escondida tras la mascarilla y en compañía, entre otros, del alcalde de la ciudad, Jesús Manuel Sánchez Cabrera y demás miembros de la corporación municipal; el subdelegado del Gobierno en Ávila, Arturo Barral; el delegado de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández Herrero; el presidente de la Diputación Provincial, Carlos García; procuradores regionales como Pedro Pascual, David Beltrán y Miguel Ángel García Nieto; senadores, encabezados por SebastiánGonzález, Juan Pablo Martín y Patricia Rodríguez;  diputados nacionales comoAlicia García y Georgina Trías; el director de Administración Local, Héctor Palencia y el director general de Industria, Alberto Burgos; el viceconsejero de Empleo, David Martín; representantes del mundo universitario y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. 

Todos ellos seguían la estela de La Santa en dirección hacia la calle San Segundo, donde cientos de personas esperaban su llegada.

Aunque era, quizá, su entrada a la plaza del Mercado Grande, uno de los momentos más emocionantes de la procesión. 

«¡Viva Santa Teresa de Jesús!», gritaron todos los que aguardaban a La Santa detrás de las vallas colocadas por el Ayuntamiento para la ocasión.

En la plaza que lleva su nombre, La Santa se encontraba cara a cara con la querida 'Palomilla' y con la escultura de Juan Luis  Vassallo entre alguna que otra lágrima de emoción del público.

Desde allí, La Santa y la Virgen de la Caridad encaminaban sus pasos hacia la 'casa' de la primera, la iglesia de La Santa, de donde salió la tarde del jueves y adonde regresaba después de sentir todo el cariño de sus vecinos.