El censo canino tiene registrados a día de hoy 11.362 perros

M.M.G.
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De ellos, 203 están catalogados como potencialmente peligrosos, por lo que precisan una licencia administrativa

¿Quién dijo que la población de Ávila no crece? La humana, desde luego, lo hace poco (o nada). Pero la canina aumenta, y mucho, cada año que pasa.

Al menos eso se desprende de los datos facilitados a este diario por el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ávila. El censo canino municipal cuenta en la actualidad con 11.362 perros registrados. Esta cifra representa un incremento del 52 por ciento si se tiene en cuenta los datos de hace seis años, cuando el censo canino de 2012 tenía registrados 7.456 perros.

Conviene apuntar antes de continuar presentando datos, que si bien es obligatorio notificar el fallecimiento de los animales al censo, no todos los dueños lo hacen, por lo que el dato del censo canino está alterado en cierta medida.

En cualquier caso, ese aumento en las cifras bien puede estar motivado por el incremento constante de estas mascotas en nuestros hogares. Año tras año. Así, en 2013 el censo canino se cerró con 8.145 animales controlados por el Ayuntamiento. En 20014 el incremento hizo que el censo alcanzara los 8.810 y en 2015 ya había que hablar de 9.471.Fue en 2016 cuando por primera vez se superó la barrera de los 10.000, con 10.136 perros, mientras que en 2017 ya eran 10.772 los canes contabilizados por Medio Ambiente.Así hasta llegar a los 11.362 perros censados en la actualidad en la capital abulense.

Teniendo en cuenta que según los datos a 1 de enero de 2018 que maneja el INE en Ávila hay 58.149 habitantes, en nuestra ciudad contaríamos con un perro por cada cinco personas.

Otro de los datos que llama la atención del censo canino municipal es el de perros considerados potencialmente peligrosos. En la actualidad, el censo canino tiene registrados  203 de estos animales.

La Ordenanza Municipal sobre Animales de Compañía entiende por perros potencialmente peligrosos a aquellos que «con independencia de su agresividad, pertenecen a especies o razas que tengan capacidad de causar la muerte o lesiones a las personas o a otros animales y daños a las cosas». Y apunta, además, que «en todo caso, aunque no se encuentren incluidos en el apartado anterior, serán también así considerados aquellos que manifiestan un carácter marcadamente agresivo o que hayan protagonizado agresiones.