La tecnología de la EDAR permite el 'reciclaje' de agua

M.E
-

El sistema de biorreactores de membrana avala una desinfección total del agua, la clave para haber podido habilitar el punto de vertido a Fuentes Claras y, de momento, rellenar el embalse

La tecnología de la EDAR permite el ‘reciclaje’ de agua - Foto: David Castro

Cuando se conoció que el Ayuntamiento de Ávila había pedido a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) modificar el punto de vertido para poder llevar el agua de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), además de al pantano de Las Cogotas, como se hace normalmente, al embalse de Fuentes Claras, de donde se estaba captando el agua que llega a los grifos de la ciudad, saltaron alarmas y surgieron muchas dudas. ¿Vamos a bebernos el mismo agua sucia que se desecha a diario en todas las casas? Pues esa era la idea, siempre que se fuera necesario y como una solución de urgencia ante la escasez de agua por el extraordinario episodio de «sequía extrema» que está padeciendo Ávila. Finalizado agosto, con las reservas a la baja y estimaciones de agua para dos meses, había que hacer «lo que sea» para «no quedarnos sin agua para el abastecimiento» de la ciudad, de ahí que se optara por un proyecto –el del cambio del punto de vertido– para el que ya existía la infraestructura (la tubería se instaló durante la ampliación de la EDAR), aunque en su día no se planteara para este fin. Para ello, eso sí, se ha tenido en cuenta un aspecto clave, la propia tecnología puntera de la EDAR de la Ávila, con un sistema de biorreactores de membrana que consigue una desinfección total del agua y permite que el ‘reciclaje’ del agua residual para su vuelta a la potabilizadora pueda ser una realidad con «todas las garantías». 

Jaime Lobato, jefe de Servicio de Aqualia en Ávila, y José Luis Arribas, responsable de Calidad de Agua, nos guían en una visita a la EDARen la que también participa el teniente de alcalde responsable de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ávila, Juan Carlos Corbacho. Un recorrido en el que dejan claro que el agua que sale de la depuradora, después de completar durante un día entero los tratamientos primarios, secundarios y terciarios en una planta puntera, cumple con «todas las garantías sanitarias» y supera, con mucho, todos los controles y análisis efectuados, los cuales, por cierto, son muchos más numerosos y completos ahora, en esta delicada situación, que en condiciones normales.

La filtración del agua por membranas, el último paso en el funcionamiento de la EDAR, es por tanto la «ventaja» que al final ha hecho posible el cambio del punto de vertido a Fuentes Claras, una modificación que recibió el visto bueno de la CHDesta misma semana y que ya está operativa, aunque eso sí, de momento todavía no se está recurriendo a esta ‘fuente’ porque hace unos días se dejó de captar agua de ese embalse para hacerlo solo de Serones y de los sondeos del Soto, con el fin de «hacer ‘hucha’» y poder volver a rellenar Fuentes Claras.

El permiso, que además coincidió con las lluvias más copiosas de estos días, fue recibido como agua de mayo en la planta, no en vano es lo que a día de hoy garantiza que se «pueda dar agua» a la ciudad . Su utilización, explican los técnicos, dependerá de la evolución de la situación, para lo que entran en juego las reservas de Serones, las lluvias de estas semanas y los consumos diarios, pero llegado el momento se recurrirá a ese agua, ya mezclado con el que había en Fuentes Claras.