Pintar ángeles 'con el hombro'

D.C
-

Salud Parada Morollón, artista nacida en Ávila, ofrece en el Episcopio un acercamiento pictórico muy personal al mundo de esos seres alados cargados de simbolismo, presentes en casi todas las religiones del mundo

Pintar ángeles con el hombro

Salud Parada Morollón, artista plástica nacida en nuestra provincia, inauguró este martes en el Episcopio una exposición en la que, bajo el título de ‘Sobre los ángeles’, hace una personal y muy original aproximación al mundo de esos seres alados fuertemente ligados a las creencias religiosas que, destaca ella, «son muy importantes para el ser humano porque no sólo están en la religión cristiana, sino que forman parte de todas o casi todas las culturas, desde Mesopotamia y Egipto hasta el presente».

Fue esa «presencia constante de los ángeles» en el imaginario religioso de «todo el mundo» lo que llevó a Salud Parada, nacida en la pequeña localidad de Mediana de Voltoya y que luego pasó su infancia y juventud en otros pueblos de la provincia «porque mi padre era médico rural y tuvo que cambiar varias veces de destino», a concebir una serie de obras (tanto pinturas como esculturas) a través de las cuales ahondar en el fuerte significado simbólico y espiritual que «han tenido, y tienen, esos seres alados que guardan historias infinitas».

Tomando de alguna como referencia el Libro de Enoc (que forma parte del canon de la Biblia de los patriarcados de Etiopía y Eritrea de la Iglesia Copta pero no es reconocido como canónico por las demás iglesias cristianas), Salud Parada afrontó ese reto de recrear a esos seres que «cuidan de todo, de cada uno de nosotros y también de cada animal, de cada planta, de cada brizna de hierba».

Para esta exposición en Ávila, ciudad en la que no mostraba su obra desde hace más de una década, la artista abulense ha decidido traer solamente pinturas de mediano y gran formato (y no esculturas, que también a ellas se dedica, porque considera que las características de la sala no se adecúan a ellas), una decena larga de piezas en las que representa, entre otros símbolos, al «ángel vigía, a dos ángeles de la guarda, a Metatrón (el que está a la espalda de Dios como protector suyo), al de la música… y al que llora lágrimas de sangre porque sufre por el daño que provoca un incendio».

texturas y volúmenes. Ese acercamiento el mundo de los ángeles lo hace de una forma que ella misma define como «estilo Salud Parada, porque es algo propio, es una forma de pintar en la que uno la abstracción y lo figurativo, con mucha sensibilidad, y también el grafismo», a todo lo cual se añade, a modo de aportación de su perfil como escultora, «la aportación a las pinturas de texturas y volúmenes, además de colores, manchas y dibujos», una suma de aportaciones a la doble dimensión que considera que «equilibra mucho el resultado final, y lo enriquece».

Otro de los detalles que definen esta obra de vocación «muralista» es que también, como forma deudora de «la forma de trabajar de los escultores, que habitualmente dibujan mejor que los pintores», se aprecia que «los dibujos están hechos no con la mano sino con el hombro, con un trazo amplio y característico que es muy evidente».