Ya lo había dejado entrever, pero optó por un momento adecuado para hacerlo oficial. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prosiguió ayer con sus medidas de acercamiento a Israel y, durante la visita del primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, a la Casa Blanca, firmó un decreto por el que reconoce la soberanía de Tel Aviv sobre los Altos del Golán. Una actuación que justificó por las «agresivas acciones» de Irán y grupos «terroristas» contra suelo judío.

«Esto es algo que debería haberse hecho hace muchas décadas», aseguró Trump al rubricar la proclamación presidencial.

EEUU se convirtió así en el primer país en reconocer la soberanía de Israel sobre un área que ocupa a Siria desde la Guerra de los Seis Días de 1967, y que se anexionó en 1981 en un gesto que la población local rechazó y la comunidad internacional no reconoció.

Netanyahu celebró como «histórica» la formalización de esa medida, que Trump ya adelantó el pasado jueves en un tuit y que llega dos semanas antes de las elecciones generales en Israel, en las que el primer ministro se juega su cargo.

«Para mí era muy importante venir aquí, a la Casa Blanca. Israel ha tenido la suerte de tener a muchos amigos dentro del Despacho Oval durante muchos años. Pero Israel nunca ha tenido un mejor amigo que usted», aseguró el premier.

Siria tachó el anuncio de «violación de la soberanía y la unidad del territorio sirio», y potencias como Rusia, China, el Reino Unido o Turquía mostraron su desacuerdo con ese gesto.

Por otro lado, y en lo referente a la publicación del informe de la trama sobre la presunta injerencia de Moscú, conocida como Rusiagate, Trump destacó la «honrosa» investigación del fiscal especial, al que siempre había denunciado por llevar a cabo una «caza de brujas», y consideró que la investigación llevada a cabo por Robert Mueller fue «100 por 100 como debía».