La hostelería de Ávila volvió este martes a convocar, pese al levantamiento de algunas restricciones, una nueva cita con esos ‘platos rotos’ que aseguran siguen pagando.
El fin de semana que acaba de pasar el primero de las vacaciones escolares de la Semana Santa y, dado que ha hecho bueno, ha permitido remontar un poco el vuelo a este sector aunque, en palabras de su presidente, Fernando José Alfayate, «hay, como en los toros, diversidad de opiniones» porque «lo cierto es que seguimos bajo mínimos». La Semana Santa que esperan «va a ser negativa» pues aunque tradicionalmente es una época que sirve para salvar las pérdidas del invierno, en este caso y por segundo año consecutivo «no va a ser posible» hacerlo e incluso va a ahondar en los ya de por sí malos datos económicos que arrastran.
Ante posibles nuevos cierres del interior de los establecimientos que parece comienzan a asomar, esperaba que no se llevara a cabo y menos en una ciudad que como en la nuestra «tanto la ciudadanía como nosotros estamos haciendo mucho hincapié en el cumplimiento de las normas», al tiempo que destacaba que los datos no son malos: «Somos de las de menos incidencia de toda España» y por ello el presidente incidió en que lo que quieren es que se termine con los cierres perimetrales.
Por su parte Alberto Rosado como representante de la provincia indicaba claramente que ésta va a ser la segunda Semana Santa perdida. En vez de la pasión de Cristo «va a ser la pasión de todo Cristo viviente mientras dure esta pandemia que, al final tendremos que pasar todos» aseguró, pues las restricciones son las mismas para los vacunados y los que no lo están. Las medidas que se toman «no son todo lo efectivas que pensábamos que iban a ser» y parece que siguen en un «juego de tronos» en referencia a los políticos de la Junta y también del Estado. «Tenemos, -decía- ganas de reivindicar que somos ciudades dormitorio, al igual que Segovia: el 10-15% de la población va y vuelve a Madrid y a otros lugares y no por ello está subiendo la incidencia», de ahí que entendían se pueden abrir las fronteras.
Por su parte, José Luis Iglesias, representante de la noche hostelera abulense recordó que «llevamos un año cerrados y sin ayudas» y entendía que la gestión política no es que sea «pésima es que es peor». «Estamos olvidados, escribimos y no nos contestan» y dada la incidencia «que levanten un poco la mano».Además se preguntaba si son personas de riesgo y al respecto pedía acelerar la vacunación.