El incendio cobra fuerza al sur de la Paramera

E.C.B/A.S.G.
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Numerosos medios aéreos y terrestres concentraron sus esfuerzos este lunes en la zona de Navalmoral, Navandrinal y Villarejo para evitar el avance de un fuego que ya ha quemado más de 12.000 hectáreas

El incendio cobra fuerza al sur de la Paramera - Foto: David Castro

La cara sur de la Sierra de la Paramera, en la zona comprendida entre los municipios de Navalmoral de la Sierra, Navandrinal y Villarejo, concentró este lunes la gran parte de los esfuerzos para sofocar las llamas, todavía activas, en el incendio originado en la mañana del pasado sábado en la N-502, entre los términos municipales de Cepeda de la Mora y Navalacruz, una vez que durante la madrugada anterior había sido detenido en la N-403 el frente que avanzaba en dirección hacia El Barraco.

Eso sí, las previsiones de la Junta de Castilla yLeón, apuntadas por el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que se trasladó junto al delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, al Puesto de Mando Avanzado instalado en la N-403 (por la tarde fue trasladado a El Barraco), eran de que el fuego pudiera quedar estabilizado en todo su perímetro este lunes, tras arrasar al menos 12.000 hectáreas y contar con un perímetro que podría alcanzar los 90 kilómetros. La bajada de temperaturas y la remisión del viento jugaban la pasada noche a su favor.

Tras una intensísima noche de trabajo que permitió parar el principal frente del incendio en la N-403, evitando así que se extendiera hacia El Barraco, ya por la mañana aún preocupaban dos flancos por el sur, hacia el Alberche, y otro por el norte, que se preveía que pudiera quedar atajado en las horas siguientes, según vaticinó. Aún así, la AV-900 entre Ávila y Navalmoral de la Sierra y la AV-905 en su totalidad permanecieron cortadas al tráfico, al igual que la N-403, aunque ésta solo hasta el mediodía. Por la tarde abrió la AV-905 entre Navalmoral y San Juan de la Nava y se cerró la carretera que une Navalacruz con Navarredondilla.

Suárez-Quiñones señaló que «no hay precedentes en dimensión» de los factores que han acelerado el fuego de la Sierra de la Paramera, los famosos 30-30-30, y justificó que en los dos días anteriores se habían registrado rachas de viento de hasta 60 kilómetros por hora, con medias de entre 40 y 45, con temperaturas de 38 grados y una escasa humedad del cuatro por ciento, lo que había favorecido la expansión de las llamas.

Respecto a la situación del incendio, explicó que con la disminución del viento desde la última noche, el dispositivo «se ha hecho con el frente y lo ha detenido en la N-403», donde existía un importante riesgo si la sobrepasaba, ya que «hubiera tenido un campo libre para progresar rápido. Ahí se ha detenido la cabeza del fuego».

Sin embargo, prefirió ser prudente a pesar del «cierto control del perímetro», ya que a esa estabilización se escapaba en esas primeras horas del día una lengua en el flanco norte y dos del sur, donde estaban trabajando especialmente los medios aéreos. «Esto permite considerar que en las próximas horas, si todo sigue como está, sin cambios en el viento y otras circunstancias, podamos alcanzar la estabilización. Eso significa que no hay llama y no progresa en su perímetro, lo que no significa que quede controlado porque aún está caliente y sujeto a reavivaciones, subrayó.

El consejero destacó la dificultad de un operativo que estaba sufriendo con el «viento cambiante», un componente «muy complicado», lo que motivó que el objetivo principal del operativo fuera proteger las poblaciones y evitar desgracias personales y la pérdida de propiedades. Reconoció que alguna vivienda auxiliar se había visto afectada, pero que «aún no se puede determinar».

Igualmente, recordó el desalojo de ocho núcleos de población por seguridad y que, hasta ese momento, no se había producido «el realojo de estas personas hasta su seguridad absoluta». Constató, en este sentido, que entre 50 y 100 personas habían pasado la noche del lunes en el CUM Carlos Sastre de Ávila y que estaba preparada otra instalación en Burgohondo por si el incendio se extendía hacia el sur y fueran necesarias más evacuaciones. «Esperamos que no sea necesario», deseó.

También aprovechó para destacar la colaboración administrativa en un operativo que ha desplegado en torno a un millar de combatientes contra el fuego, también de las comunidades autónomas vecinas. Agradeció a la población su «serenidad, apoyo y ayuda» y se solidarizó con el «dolor que tienen que sentir por ver cómo se quema su tierra y bienes como viviendas e incluso animales. Que no tengan duda de que las administraciones seguimos trabajando para hablar en las próximas horas de control del incendio».

Suárez-Quiñones se mostró comprensivo con las críticas de los habitantes de la zona, que «sufren el incendio y lo ven cerca», pero recordó que «es es un trabajo muy técnico». «Sólo el sábado tuvimos 21 incendios el sábado y todos se han extinguido salvo este y El Raso», dijo el consejero, quien aseguró que «no es cierto que todos los medios se hayan ido, sino que se distribuyen».

También desmintió una información que circula por las redes sociales de que un helicóptero se dio la vuelta cuando estaba ardiendo el coche que originó el incendio junto a la carretera. «A cualquiera que tenga sentido común le parecerá imposible que eso ocurra. No ha ocurrido. Ha sido un bulo, un error o mala intención de una cuenta de Twitter no oficial y que fue retirada rápidamente por las consecuencias que implicó», aseguró, pues según detalló, el primer conocimiento del incendio del vehículo fue a las 10,27 horas del sábado, algo que «está registrado en la sala 1-1-2”. Se activaron los Bomberos de Ávila y la Guardia Civil, y a las 10,43 horas cambió la naturaleza del suceso porque se puso de manifiesto, por parte de las llamadas, que había pasado al medio natural, a una ladera». Por ello, se activó un helicóptero «rápidamente», con sus seis combatientes, y las 10.53 estaba volando, para llegar al lugar a las 11.09 horas. Allí bajó la cuadrilla y el helicóptero no solo no se fue, sino que realizó 20 descargas de agua, dentro del tiempo que puede estar operativo antes de la parada técnica obligatoria». Por su parte, la cuadrilla estuvo trabajando junto a otros medios durante toda la jornada.

Por último, consideró que serán los servicios administrativo-jurídicos los que decidirán si la Junta pide algún tipo de reclamación por el origen del fuego. «Hay un atestado de la Guardia Civil y se analizarán las responsabilidades para hacer lo que jurídicamente se tenga que hacer. Pero ahora eso no nos ocupa, sino apagar el fuego», indicó.

Por su parte, el delegado del Gobierno en Castilla yLeón, Javier Izquierdo, hizo una reflexión sobre que este incendio es «otro ejemplo más» del cambio climático y los extremos adversos climatológicos. «Las medidas contra ello son cada vez más imprescindibles. Altas temperaturas, baja humedad y enorme riesgo para afrontar la extinción de estos incendios. Un llamamiento cívico hacia lo que significa el cambio climático», afirmó.

Izquierdo defendió también la actuación de los medios del Gobierno en este fuego «en todo momento y a todos los niveles» y su apoyo a la Junta, con 400 efectivos desplegados entre la UME (313) y las brigadas y pilotos de los medios aéreos, un total de 13, entre aviones anfibios, uno de ellos procedente de Lavacolla, en Santiago de Compostela, junto a helicópteros y otros dos kamov, que pueden llegar a transportar hasta 4.500 litros de agua. A ellos se sumó el avión con base en La Virgen del Camino para la coordinación y ordenación del tráfico aéreo y para obtener información «importante sobre imágenes del desarrollo del incendio».

Igualmente, recordó la solicitud del satélite Copernicus para obtener imágenes del incendio y sacar lecciones; agradeció el trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado; y puso en valor la colaboración administrativa con «un esfuerzo muy intenso». Tampoco olvidó la «pieza fundamental» que son alcaldes y vecinos y su más profundo agradecimiento al millar de personas que «se baten contra el fuego y que a veces implica riesgo contra sus vidas». «Esto no es un divertimento, es un trabajo durísimo en condiciones extremas de estos servidores públicos», dijo.

Y sobre la posible petición como zona catastrófica, recordó que existe un real decreto aprobado hace dos años que permite llevar a cabo el análisis y otorgar ayudas a las corporaciones locales cuando se ven afectados por este tipo de sucesos para declararlo como zona catastrófica.

 

REALOJOS.

La Junta de Castilla yLeón permitió a última hora de este lunes el realojo de las personas que habían sido desalojadas por tener peligro sus viviendas y los entornos urbanos en los que viven, concretamente de Sotalbo y Palacios de Sotalbo, Villaviciosa y Robledillo. Así lo confirmó el delegado territorial, José Francisco Hernández Herrero, quien agradeció la labor ciudadana en el incendio, pero pidió a la población «máxima prudencia» para que «solo realicen funciones auxiliares, ya que no tienen equipamiento ni la preparación adecuados».

Sobre el operativo de extinción señaló que «es ambicioso», pues «hay más de 20 medios aéreos, 10 técnicos en la zona, 17 cuadrillas de tierra, 12 camiones autobombas, 26 agentes, 3 bulldózer, 30 ELIF y 7 helicópteros, así como medios del Ministerio, varias dotaciones de la UME, 12 Brif,  un avión de coordinación y de otras comunidades autónomas, cuatro helicópteros, además de 18 autobombas»

El Ayuntamiento de Ávila  participó con más de 65 efectivos en el dispositivo. Desde el Servicio de Extinción de Incendios se trabajó en las zonas de Villarejo y Navalmoral de la Sierra con 14 efectivos, tres autobombas y un vehículo ligero. También 29 agentes de la Policía Local y 21 efectivos de Protección Civil colaboraron en diferentes funciones.