Hay que ganar. Los tres puntos que este domingo se ponen en juego en ElMancho ÁngelSastre valen su peso en oro para una Cultural Deportiva Cebrereña que recibe, a partir de las 17,00 horas, a su rival más directo, el Bupolsa. «No es sólo lo que sumemos nosotros sino lo que deje de sumar nuestro rival» tiene muy claro Pepe García. Porque los burgaleses (0-0 en San Amaro) viajarán junto a los culturalistas a la Fase de Permanencia. «Todo lo que sumemos ahora será vital en la próxima fase» señala el entrenador abulense ante el partido que este domingo espera a los culturalistas. Una final.
Quedan nueve puntos en el tintero, pero el calendario final de los cebrereños es poso amable. Tras el duelo ante el Bupolsa deberán afrontar el derbi en el Adolfo Suárez ante el Real Ávila y cerrarán el curso en su campo recibiendo a un Burgos Promesas inmerso en la pelea por la Fase de Ascenso. «Sabemos del calendario que nos viene después, con rivales importantes, pero tenemos la esperanza de ser capaces de sacar nuestra mejor versión» señala Pepe García. Su mejor versión no sólo este fin de semana sino los siguientes. Porque aunque sean rivales complicados, no se pueden cerrar las puertas a nada.
Pero lo primero es el Bupolsa, «un equipo muy distinto al que nos encontramos en la primera vuelta». Han cambiado jugadores y han modificado su estilo. «Antes eran más jugones».Ahora es un equipo mucho más directo, más aguerrido. Por eso marca la importancia de las áreas. «El dominio de lo que pueda pasar en las áreas será fundamental». Les pasó factura en el último duelo en su campo ante el Almazán (0-1), un partido «en el que fuimos generosos en el esfuerzo, pero si no eres capaz de meter tus oportunidades y el rival sí en la que concedes pues...» recuerda Pepe García en un problema de contundencia y suerte a partes iguales tanto en ataque como en defensa que les ha perseguido toda la primera fase (11 goles a favor y 31 en contra).
Con las bajas de Chini y Juanma confirmadas, tiene claro que «vamos a formar un once competitivo» para afrontar un duelo que es importante a presente para los culturalistas, pero mucho más a futuro pensando en la pelea por la permanencia.