Luis Liquete publica relatos concebidos en El Tiemblo

D.C
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Ha seleccionado para el libro, titulado 'La teoría del ímpetu', 33 cuentos que redactó a finales del pasado siglo cuando daba clases en el instituto tembleño

Luis Liquete publica relatos concebidos en El Tiemblo

Aunque palentino de nacimiento, Luis Liquete tiene no poco de abulense por haber residido once años en la localidad de El Tiemblo –los últimos del pasado siglo y el primero del presente–, donde ejerció su profesión de profesor de instituto, pueblo del Alberche en el que inició un proyecto creativo en torno al mundo de la escritura en el que se mantiene constante y que ha derivado en una interesante producción de relatos de muy diversa índole.

Un puñado de aquellos cuentos que fueron engendrados en El Tiemblo, entre los años 1995 y 2001, ha tomado ahora, con demora pero justo a tiempo, la forma de un libro titulado La teoría del ímpetu (uno de los relatos elegidos presta su título también al conjunto), 33 aproximaciones a la realidad desde la ficción literaria que publica Talento Caligrama, de la editorial Penguin Randon House.

Esos cuentos, explica un Luis Liquete ya jubilado, los escribió en principio como ‘deberes’ de un taller de escritura creativa al que se apuntó, y son solamente una muestra, «los que he considerado mejores, los más hechos», de los muchos que realizó para esa actividad formativa.

Todos esos relatos, añade, «reflejan de alguna manera obsesiones mías, que también sé que lo son de otras personas, en los cuales me asomo a la realidad con mucha imaginación».

Aunque cada uno de esos 33 cuentos aborda una temática diferente, el estilo y un cierto eco de fantasía los une para hacer un volumen muy coherente en forma y contenido, entre otras cosas porque a la mayoría les traspasa el elemento común de «destacar la importancia del azar en la vida, una variable que puede cambiar tanto nuestro destino que si no es definitivo sí podemos decir que es definitorio».

Estos relatos, «nacidos en principio de la necesidad de escribir para aquel taller de escritura creativa», fueron luego «releídos y reescritos para mejorarlos, tarea esta de acercamiento para depurarlos que me llevó mucho más tiempo que la primera y de la que me siento bastante satisfecho».

Viene a desgranar Luis Liquete en este conjunto de relatos su idea de que «a pesar del coraje y de la capacidad» con que se acometen muchos empeños en la vida, «a menudo no es fácil conseguir nuestros objetivos», unas veces por contratiempos, otras por malentendidos, otras por una aparentemente trivial salida de tono, otras por la fatalidad otras por desesperación. En esencia, «es el destino el que nos deja desamparados y nos llena de perplejidad, es el azar el que va jugando sus cartas y permite que la vida nos pase por encima», y de esa filosofía vital muy apegada a la tierra nacen y se alimentan los relatos de La teoría del ímpetu.

Es este el segundo libro que publica Luis Liquete, después de Mis personajes singulares, un conjunto de 40 semblanzas de personas reales que también empezó durante su estancia en El Tiemblo, y no descarta dar más trabajos en el futuro a la imprenta, ya que su objetivo «es seguir escribiendo, porque me gusta y me aporta mucho».

el encuentro. Relatos y microrrelatos, con mayoría de los primeros, llenan este libro, del que como muestra de su escritura bien sirve uno de los segundos:

«Era diciembre, era una mañana soleada y azul, era casi la hora de comer. Dos nubes, que se habían desecho en jirones, se perdían en el horizonte; dos hombres, que a lo que parecen nunca se habían visto, estuvieron a punto de chocar al volver una esquina.

- A ver si miras- dijo el mayor.

- Perdone, estaba distraído. He venido a buscar a mi padre, a quien no conozco, y pensaba que no estaría mal topármelo, así, de pronto, a la vuelta de una esquina, ¿no será usted mi padre?

El hombre mayor no dijo ni que sí ni que no, pero se le vio alejarse despacio, pararse de vez en cuando, volver una y otra vez la cabeza hacia atrás y quedarse pensativo».