Editorial

El campo, un sector que bien merece una mayor atención

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El año 2021 no dejó un buen recuerdo para el campo abulense, más bien todo lo contrario. Un sector que trata de adaptarse a las necesidades del presente, que sigue desempeñando un papel vital para el funcionamiento de la sociedad (como se pudo comprobar durante los momentos más duros de la pandemia, respondiendo sin dudas ante las sombras que se cernían sobre un posible desabastecimiento que nunca llegó a producirse), pero que sufre una serie de amenazas muy comprometidas que pone en riesgo día tras día la supervivencia de cientos de agricultores y ganaderos.

A las dificultades propias de un sector complejo, el año pasado (y siguen en el presente) se sumaron otros condicionantes como el encarecimiento de los combustibles y la electricidad o la crisis de suministros y de materias primas, unos hechos que afectaron a todos los sectores económicos y de los que el campo no está escapando. A ello se unen otras 'amenazas' propias de esta provincia, algunas de las cuales se llevan arrastrando ya bastante tiempo, y que se están convirtiendo en una pesada losa. La crisis endémica del sector lácteo, los ataques de la fauna salvaje (siendo la provincia española más castigada por los ataques de lobos) o los incendios que verano tras verano asolan esta tierra y que este año tuvieron su más triste muestra con el fuego que calcinó más de 22.000 hectáreas de la Sierra de la Paramera fueron unos pesados lastres añadidos de los que se tuvo que sobreponer el campo abulense en 2021 para seguir subsistiendo, en un ejercicio donde la pandemia siguió haciendo estragos.

Sin embargo, existen datos para la esperanza, en una provincia donde el sector agroalimentario está mostrando sus fortalezas y una apuesta por la innovación que abre la puerta a su desarrollo. Como también el hecho de que siga habiendo jóvenes que apuestan por el campo (84 nuevos profesionales se contabilizaron, en su mayor parte mujeres), lo que no deja de ser una inyección de moral para un medio rural que necesita reinventarse para salir adelante.

La pandemia ha hecho que se mire a las oportunidades que ofrece el medio rural, pero es imprescindible que las administraciones apoyen firmemente a un secto que en muchas ocasiones se siente desemparo, con más hechos que palabras. Yel descontento que existe en el campo con el tratamiento que está recibiendo queda mostrando con esas movilizaciones que se están impulsando, y que este domingo  vivirán un nuevo episodio en Madrid, organizada por la agrupación Alma Rural. Se está jugando el futuro de un sector que tiene más importancia de lo que se pueda pensar para el futuro de este país, y esta provincia, que cuenta con unas condiciones y unas características, por su diversidad, que son extraordinarias, y hay que mimarlo y protegerlo. Porque el campo, también el abulense, tiene mucho que decir para alcanzar ese equilibrio territorial que tanto se desea en este país, e igualmente en esta provincia.