Tecnología al servicio de las capacidades diferentes

I.Camarero Jiménez
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El Espacio CyL Digital inició en octubre una experiencia con seis usuarios de Aspace para ayudarles a comunicarse, escribir y expresarse mediante las TIC, un proyecto que acaban de presentar a los Premios de Internet 2020

Tecnología al servicio de las capacidades diferentes

La tecnología en las manos adecuadas puede ser una herramienta extremadamente útil y si hablamos de personas con capacidades diferentes, quizá lo sea mucho más. De esto están convencidos en el espacio CyL Digital, ubicado en el Mercado de Abastos de la capital abulense y dependiente de la Junta de Castilla y León. Es un lugar de innovación en manos de Ángel Martín quien, animado además por la Dirección General de Telecomunicaciones, trabaja con ahínco para poner al alcance de todos esa tecnología. Entre ese ‘todos’ están desde luego los colectivos con discapacidad y en este caso nos centraremos en los usuarios de Aspace, ya saben, la Asociación Abulense de Parálisis Cerebral y Patologías Afines, con ellos se sumergió en un proyecto  que además acaban de presentar al Premio de Internet 2020, en la categoría de Emprendimiento e Investigación y dirigido a la Innovación Social.

Con la iniciativa de lo que se trata es de buscar la inclusión digital de personas con parálisis cerebral y otras patologías, así como «mejorar aspectos relacionados con la comunicación, la psicomotricidad gruesa y fina, el trabajo en equipo, la visión espacial, o la secuenciación temporal de tareas». Ni más, ni menos. Y en ello llevan inmersos desde el mes de octubre a razón de una vez cada 15 días y en sesiones de una hora en las que se ponen las TIC al servicio de estos «colectivos necesitados de ayuda, estímulo e impulso para integrarles en una sociedad plena». Para ellos lógicamente hay que adaptar las herramientas y por eso se utilizan diferentes ratones y teclados o joysticks; en muchos casos son más eficaces las tablets, y todo ello se acompaña de kits de robótica educativa, programas y aplicaciones buscando, como decíamos y como resume Martín el «fomentar el uso de TIC en personas con discapacidad, aumentar esa comunicación necesaria con las personas del entorno, mejorar psicomotricidad, o interpretar instrucciones gráficas y escritas de mejor manera al tiempo que se potencia la visión espacial». 

 Dos objetivos muy importantes pasan también por mejorar la autoestima y promover la autonomía personal y Martín considera que poco a poco se va ganando esa carrera. En ese trabajo quincenal él ha podido observar los avances porque «los chicos se crecen» y se nota cuando son capaces de terminar la tarea encomendada. 

«Las sesiones son muy intensas, porque además las problemáticas de los usuarios son muy diferentes lo que obliga ademas a rotar mucho», cuenta. Pero está claro que a Martín le llena y se muestra agradecido por poder implicarse en este tipo de proyectos. No son nuevos ya que previamente trabajó con los usuarios de la Casa Grande de Martiherrero y aquel proyecto le vinculó a éste. Conoció al padre de un usuario con parálisis cerebral y además contó con el apoyo de Aspace y de su logopeda, Sara Serrano. El premio es avanzar pero sí de paso ganan el galardón al que se han presentado pues ¡Mejor qué mejor!