La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Cultura y Turismo, acometerá las obras de restauración y puesta en valor de la capilla bajo la torre en la iglesia de Santo Domingo de Silos, en la ciudad de Arévalo. Lo hará con un presupuesto de algo más de 58.000 euros y cinco meses de plazo de ejecución.

Las obras se centrarán principalmente en la recuperación de la pintura mural renacentista, situada en una hornacina en el interior, en una capilla situada en el acceso a la torre de la iglesia. La actuación incluye no solo las obras propias de restauración de las pinturas, sino la adecuación del espacio para poder ser visitada desde la misma iglesia, para lo cual se abre el antiguo acceso desde ésta a través del presbiterio. También se sustituye el primer tramo de subida a la torre que tapa la pintura.

Los trabajos se realizan a través del Plan Mudéjar y se financian por los FEDER.

Según se indica en el proyecto, la iglesia se abre para el culto en los días que hay celebraciones litúrgicas, y habitualmente puede visitar hablando previamente con el párroco. La actuación de rehabilitación y adecuación que se pretende llevar a cabo no alterará el uso, ni las superficies construidas ni útiles existentes.

Las obras que constituyen las principales partidas de la intervención son las que se dedicarán a la protección de pinturas murales, supresión de muro sobre pinturas, reubicación de cajas de electricidad y acometidas, pavimentación de la capilla, reconstrucción de hueco en bóveda, recuperación de la ventana, restauración de paramentos, supresión de puerta exterior, nuevo primer tramo de la escalera de acceso a la torre, apertura de hueco cabecera con la comunicación con iglesia y apertura de las dos hornacinas del muro sur de la nave de epístola.

Para llevar a cabo estas actuaciones existen una serie de propuestas de intervención. Por ejemplo, en el caso de las fábricas, se observa que la capilla tiene tapiados algunos de sus espacios originales, tanto el de unión de la capilla con el presbiterio, al norte, como el de cierre del primer tramo de la escalera de acceso a la torre que oculta las pinturas murales que ahora se quieren restaurar. Hay, por tanto, una alteración de los espacios originales de la capilla, por lo que se propone demoler el muro de ladrillo que separa el presbiterio de la capilla de las pinturas, el primer tramo de ladrillo y peldaños que ocultan las pinturas renacentistas del arcosolio y el descuelgue del cuarto tramo de la escalera sobre la bóveda, rehaciendo los pasos.

En el caso de los revestimientos, se llevará a cabo la limpieza de paramentos, rejuntado posterior con mortero de cal hidráulica y arena de río roja. También se hará la reposición de mermas en fábricas, con el mismo material y mortero.

Para los solados y zócalos, se propone una limpieza con seguimiento arqueológico para comprobar si existe algún resto de pavimento anterior. Si así fuese se trataría de restaurar el mismo, y si no existiese ya pavimento alguno, se propone la colocación de un solado de baldosa de barro cocido con acabado a la cera ejecutado por un restaurador.

Habrá también demolición de los tabiques que cierran las dos hornacinas y demolición de los restos que los rellenen.