Las experiencia de la educación online forzada por el cierre de los colegios y el confinamiento fue en fracaso en Castilla y León. Así al menos lo aseguran las asociaciones de padres y madres de alumnos de la Comunidad que destacan que la educación presencial es fundamental para el desarrollo académico y personal de los alumnos, especialmente en las etapas más tempranas, y tachan de fracaso la experiencia durante el confinamiento el pasado curso. Tras una reunión con representantes del Consejo de Colegios Profesionales de Enfermería de Castilla y León, en la que se puso de manifiesto la necesidad de reforzar la enfermería en los centros educativos, el presidente de la Confederación de Federaciones de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Castilla y León (Confapacal), David Moya, reconoció que el riesgo de contagio existe en los colegios, por lo que reclamó reducir las ratios de las clases y establecer protocolos más concretos. «Es necesario invertir más en seguridad», afirmó.

Además, espera que la responsabilidad de profesores, alumnos y padres marquen el inicio del nuevo curso, a la vez que criticó que muchos de los problemas que habían durante la pandemia no se ha solucionado. Por su parte, Ángela Melero, representante de la Federación Católica de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos, criticó la falta de mecanismo de conciliación y pidió que se concrete con claridad las compensaciones laborales a las que tendrán derechos los padres en el caso de tener que quedarse al cuidado de sus hijos por casos de coronavirus o por aislamientos preventivos.

A su vez, criticó que la mayoría de las medidas acordadas entre las comunidades y el Gobierno no suponen ninguna novedad y son las mismas que «nos llevan diciendo desde el principio de la pandemia». En este sentido, calificó de «incoherencia» que se prohiban las reuniones de más de diez personas y en un aula puedan estar 25 alumnos, según informa Ical.

Refuerzo

Por su parte, el presidente del Consejo de Colegios Profesionales de Enfermería de Castilla y León, Alfredo Escaja, reclamó a la Junta que refuerce la enfermería escolar en la Comunidad y triplique el número de profesionales, pasando de los 30 actuales a unos 90, para afrontar con mayores garantías el curso escolar y poder desarrollar con eficacia los protocolos para combatir la covid-19.

Escaja explicó que en otras comunidades como Madrid son 800 los profesionales de enfermería de dependen directamente de las autoridades educativas, mientras que en Castilla y León la Consejería de Educación sólo cuenta con 30 profesionales, de los que la mitad están destinados en centros de educación especial. «No se trata de tener un profesional en cada centro, pero sí al menos un teléfono de referencia para el profesorado con el que puedan asumir los protocolos», afirmó el presidente del Consejo de Colegios de Enfermería.