La provincia de Ávila, en la línea con lo sucedido en el conjunto de Castilla y León, registró durante el pasado año 2020 un descenso importante en la tasa de criminalidad, que mide la cifra total de delitos por mil habitantes. Este índice se ha situado en Ávila en el 28,3, frente al 31,1 de 2019, una bajada cercana al 4 por ciento, según los datos que divulgó ayer el Ministerio de Interior a través de la Delegación de Gobierno de la región.

A tenor de estos indicadores, Interior considera a Ávila la quinta provincia más segura de toda España.

 Los datos del informe de índices de Seguridad del Ministerio del Interior correspondientes al último trimestre del año de la pandemia muestran un descenso significativo en todas las provincias. Respecto al resto de provincias de Castilla y León, el descenso más acusado se produce en León, con 6,3 delitos menos, Burgos, con 5,8 menos, y Valladolid, con 5,4 delitos menos que en 2019, mientras que las provincias más seguras siguen siendo, junto a Palencia, Zamora y Soria, según muestran los registros de los últimos cinco años. Según los datos del Ministerio del Interior, en Ávila se conocieron 4.464 infracciones penales durante el año pasado, un 11,68% menos que el anterior, durante el que se registraron 5.054, sumando un total de 1.685 delitos esclarecidos en 2020.

Sobre la tipología de los delitos, la mayor parte de las infracciones penales registran datos a la baja, excepto los homicidios dolosos, las agresiones sexuales, o los delitos de desorden público, que se incrementan un 36,4%.

El subdelegado del Gobierno, Arturo Barral, mediante nota de prensa, incide «en la coincidencia del descenso de la criminalidad con el incremento de efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil en los últimos años». El representante gubernamental en la provincia detalla que «de los 805 en 2013, hemos pasado a 824 a finales de 2020. Este incremento sitúa a la provincia de Ávila con una cifra de 5,2 agentes por cada 1.000 habitantes, superior a la media nacional, 3,7».

En Castilla y León se conocieron 65.364 infracciones penales durante el año pasado, un 14,4 por ciento menos que en 2019, caída menor que en el conjunto de España, donde fue del 19,4 por ciento, hasta 1,7 millones. Sobre la tipología de los delitos, la mayor parte de las infracciones penales registran datos a la baja, excepto los homicidios dolosos y asesinatos consumados, que se duplican, pasando de 8 a 16, así como las tentativas, que crecen de 38 a 45. También se registra un ascenso en los malos tratos en el ámbito familiar, que pasan de los 2.979 del año 2019 a los 3.060 en 2020, el tráfico de drogas, que sube un 11,4 por ciento, y otras infracciones como estafas bancarias, (un 67 por ciento más), o desórdenes públicos (un 44,2 por ciento).