«Por fin» llegaron los goles en un Ávila que toma confianza

A.S.G.
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Prado celebra el ansiado triunfo. «Un equipo como el nuestro no podía llevar 4 goles en la segunda vuelta»

«Por fin» llegaron los goles en un Ávila que toma confianza - Foto: David Castro

Cuatro goles sumaba el Real Ávila en la segunda vuelta. Cuatro goles logró el equipo encarnado –Javi de Mesa, Edu, Juli y Peli– en apenas una tarde en La Bañeza. «Por fin» llegaron los goles al equipo encarnado y por fin llegó un nuevo triunfo para el cuadro encarnado, que tanto lo necesitaba por sensaciones y por retos. El de la cuarta posición sigue tan lejos como antes, no sólo por los 7 puntos que recortar al Numancia Ben ocho partidos sino por la más que seria candidatura del Atlético Astorga a los playoffs, pero con el regreso de los goles y los triunfos la imagen del equipo debería ser otra muy diferente, la de un equipo mucho más tranquilo, menos ansioso y más capaz sobre el terreno de juego al que se pudo ver ante el Bembibre (0-0) o Briviesca (0-0), donde se vio incapaz, unas veces por la falta de generación de ocasiones y otras por falta de eficacia.   

Cambió el equipo de esquema en La Bañeza.Edu regresó de nuevo al extremo, Mayorga formó pareja con SergioRamos, Peli fue el ancla en el centro del campo y Juli le dio verticalidad al ataque. Pero sobre todo el cambio fue el 0-1. «Nos dio tranquilidad cuando en otras ocasiones estaríamos hablando de ansiedad» reconoce Jonathan Prado, que había pedido gol a los suyos antes del viaje a tierras leonesas. «Cuando acumulas empates, cuando ves que dejas la portería a cero pero no consigues gol, eso te genera una ansiedad que no te deja disfrutar dentro del campo.Habíamos perdido esa alegría que te hace jugar más suelto». Una soltura «que queremos tenerla en casa».El próximo domingo, una gran oportunidad, porque llega el derbi al Adolfo Suárez a partir de las 17,00 horas. Y los encarnados lo hacen con ganas de enlazar su segunda victoria consecutiva, un triunfo «para seguir metiendo presión» a los de arriba. Porque en el vestuario el mensaje sigue siendo muy claro, jugarlo todo hasta el final, llegar hasta donde se llegue, por el escudo, por el orgullo y por la ambición. La temporada pondrá finalmente al equipo donde merezca.