Todo a una única carta

A.S.G.
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El partido ante el Numancia B, decisivo en las aspiraciones del Real Avila para pelear por la Fase de Ascenso. El club, tocado tras la derrota ante la Arandina. La reacción en El Montecillo, el camino que marca María Hernández

Todo a una única carta - Foto: Christian Castrillo

El Real Ávila se lo jugará todo a una carta. No hay más jugadas posibles en una partida a cuatro –Numancia B, Arandina, Real Ávila y Burgos Promesas– que tenía en sus manos el equipo encarnado pero de la que corre serio peligro de ser el primero de los eliminados. En apenas un par de semanas todo se ha hundido.La zozobra empezó mucho antes, pero las victorias taparon la realidad, aquella que queda de puertas hacia adentro pero que sin los triunfos tiene su verdadera repercusión hacia afuera. Y así, de ser segundos a ser cuatros, de tener siete puntos de ventaja sobre Numancia B y Arandina a verse tres puntos por detrás de ellos, de remar a favor de viento, a ir contra corriente. Cinco jornadas sin ganar y apenas dos puntos de los últimos 15 disputados han colocado al proyecto encarnado contra la espada y la pared. Todo pasa por ganar al Numancia B. Es la única carta posible para mantenerse en la pelea por la Fase de Ascenso. Es la realidad en estos momentos del Real Ávila, sin dramas pero sin tapujos. Hay otro camino para el ascenso –Fase Playoff– pero es más largo y tortuoso, nada recomendable para un Real Ávila al que una derrota ante el filial soriano podría deshacer como un azucarillo de aquí a final de temporada.

De arriba a abajo los ánimos están muy tocados, desde los despachos, donde esta temporada decidieron hacer un importante esfuerzo económico y deportivo por construir un proyecto con calidad para conseguir la Segunda B, hasta el vestuario, que echa en falta el pegamento que termine de unir todos los nombres en un equipo, tan necesario como imprescindible para pelear por cualquier objetivo.

Puede serlo la afición, el escudo, el orgullo, la profesionalidad... O María Hernández, que deberá recomponer en tiempo récord lo que se ha ido resquebrajando en silencio con el paso de las jornadas. Desde el club le han dado todo el respaldo.  «Puedes sentar a quien quieras» se le ha dicho al salmantino, que ya en Aranda dejó en el banquillo a De Mesa y Manuel. El ex del Elche ni saltó al césped de El Montecillo. Primer aviso de un entrenador que, tras preparar el partido ante la Arandina con prisas, podrá trabajar el del Numancia B con más pausa. Se agarrará a lo que le dejó de bueno el duelo. «Hemos hecho cosas mal pero hemos competido hasta el final. Me quedo con la reacción del equipo. Es el camino». Es lo que quiere él y lo que quiere la afición. A partir de ahí, que pase lo que tenga que pasar.