Archivada una denuncia por desvelar órdenes de un mando

EUROPA PRESS
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Los miembros de la UniónGC denunciados advierten de que seguirán poniendo voz a aquellos casos que no afloran por miedo a represalias

 El Juzgado Togado Territorial ha acordado archivar la denuncia por delito de injurias que un sargento de la Guardia Civil en Ávila interpuso contra tres cargos de la Unión de Guardias Civiles (UniónGC), los responsables nacional, autonómico y provincial, que en mayo de 2017 comparecieron públicamente para recriminar que el denunciante venía obligando a sus subordinados del servicio de puertas a regar las flores del jardín. 

  La denuncia del sargento se dirigía contra el líder nacional de la UniónGC, Ramón Rodríguez; el entonces autonómico y hoy secretario estatal de Riesgos Laborales, Marcelino García, y el responsable en Ávila, David Vargas Sánchez, si bien la misma fue inicialmente sobreseída por el tribunal militar, con sede en Valladolid, el pasado día 8 de agosto y finalmente archivada el 3 de septiembre, aunque el mando de Ávila interpuso recurso contra dicho fallo que ha corrido la misma suerte. 

  Una vez que el auto es ya firme, dos de los afectados, Ramón Rodríguez y Marcelino García, junto con otros miembros del sindicato, han comparecido en Valladolid para insistir en que cuando comparecieron en su día en Ávila para denunciar este caso, tras conocer que el citado sargento había colgado una instrucción en el tablón del cuartel que obligaba a los agentes del servicio de puertas a regar el jardín, pretendían ejercer las funciones propias de su organización, que no es otra que la defensa de los derechos de los guardias civiles y poner voz a aquellas situaciones que no salen a la luz por miedo de los afectados a sufrir "represalias". 

  Los sindicalistas, en declaraciones recogidas por Europa Press, han recordado que los hechos los puso en su conocimiento el secretario de esta organización en Ávila nada más acceder al cargo, David Vargas Sánchez, quien a raíz de ello sufrió por parte del sargento una campaña de "acoso laboral" y vio cómo todos su servicios prestados eran "mirados con lupa" y se traducían en continuas amonestaciones verbales por escrito, algo no contemplado por ley, hasta incluso llegar a tener que pedir la baja.