La «situación crítica» por la que atraviesa la ciudad en lo que al suministro de agua potable se refiere está obligando al Consistorio abulense a adoptar medidas extraordinarias como la que este martes confirmó el alcalde de la ciudad, Jesús Manuel Sánchez Cabrera.

Al término de la visita institucional realizada por la mayor parte de la Corporación Municipal a las dos estaciones de agua de la capital (la EDAR, la Estación de Aguas Residuales, y la ETAP, la Estación de Tratamiento de Agua Potable) el alcalde anunció que el Ayuntamiento de Ávila ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) poder modificar el punto de vertido del agua que sale de la EDAR desde el embalse de las Cogotas (donde vierte en la actualidad) al de Fuentes Claras, donde, recalcó el alcalde, el Ayuntamiento sí que puede captar agua.

«La situación es crítica», quiso dejar claro Sánchez Cabrera, que insistió también en la calidad del agua que se vertería en Fuentes Claras y que está avalada por el tratamiento que se le confiere en la EDAR. «Sería un agua de calidad que va a mejorar el agua que tenemos en Fuentes Claras», apuntó el alcalde de Ávila.

Fue el pasado día 3 de septiembre cuando el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publicó la solicitud del cambio de vertido. Desde ese momento se abrió un plazo de 30 días necesarios para que la CHD tome una decisión que todo apunta que será positiva. «La CHD ha entendido que el cambio es necesario», confirmó el alcalde de Ávila, que en cualquier caso también quiso insistir que ese cambio de vertido se llevará a cabo finalmente sólo si es necesario.

«El agua embalsada disponible ha descendido al 29 por ciento», quiso puntualizar el primer edil, que volvió a recalcar el hecho de que la situación en lo que al suministro de agua se refiere es cada vez más crítica.

Por este motivo, quiso agradecer a los abulenses el «uso responsable» que están haciendo en la actualidad del agua.

Y a ellos les invitó a que se unan a la actividad de concienciación medioambiental que en breve pondrá en marcha el Ayuntamiento y que pasa por la apertura de puertas de las dos estaciones de tratamiento de agua a la ciudadanía.

Una visita que, como decíamos, pudieron llevar a cabo la mayoría de los miembros de la actual Corporación Municipal, encabezados por el alcalde y acompañados, entre otros, por Jaime Lobato, jefe de servicio de Aqualia, y por José Luis Arribas, responsable de Calidad del Agua.

Durante el recorrido, la comitiva atendió sus explicaciones en las que se repasaron aspectos básicos, como el ciclo del agua, y otros muchos más elaborados sobre los procesos que en ambas plantas se llevan a cabo para, por un lado poder llevar a los domicilios agua potable de calidad y, por otro, para devolver al cauce del río Adaja nuestras aguas residuales incluso más limpias que lo se habían captado.

«Contamos con dos embalses de abastecimiento principales, Voltoya y Becerril», explicó en primer lugar Lobato, que aclaró también que en situación de sequía, como es el caso, Ávila se puede llegar a abastecer de Fuentes Claras y de «pozos y sondeos que ayudan a sostener el abastecimiento».

Fue él  también el que explicó que dada la situación de escasez de agua, en la actualidad se está captando el agua del fondo de los embalses, lo que complica aún más el tratamiento del agua. «Todos los días se analizan todos los embalses para saber cómo hay que corregir los tratamientos», explicó el experto. «Eso se suele hacer una vez al mes, y ahora lo estamos haciendo todos los días, a primera hora de la mañana».

Con esto quería recalcar la seguridad para el consumo, que se refuerza o no en función de la situación que atraviese el volumen de agua disponible.«El laboratorio está disponible para hacer análisis en cualquier momento», dijo.