A ver si la culpa no era de Jimeno...

L.C.S
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El Real Ávila no puede pasar del empate sin goles ante el Mirandés B en un pobre partido de los locales, que no tiraron a puerta en la segunda parte

A ver si la culpa no era de Jimeno... - Foto: David Castro

Real Ávila.

Brian, Carlos Pascual, Tena, Marcos Isla, Manuel Sánchez, Rubén Ramiro (Cristian, 53’), Domingo (Sergio Ramos, 63’), Calderón (Rubiato, 63’), Corozo, Aitor y Manu Moreira (Javi de Mesa, 53’).

Mirandés B

Adrián, Solér, Espinar, Navaridas, Ayerdi, De la Mata, Santaolaya (Granado, 57’), Sualdea (Zunzunegui, 90’), Castillo (Santamaría, 69’), Olguín y Marotias.

Goles.

No hubo.

Árbitro.

F. JAVIER CABEDO (ZAMORA). Amonestó a los locales Carlos Pascual, Corozo y Manuel Sánchez, y al visitante Santamaría.

INCIDENCIAS.

Partido aplazado disputado en el Adolfo Suárez

Sin Jimeno, tampoco. Después de visto el partido de ayer en el AdolfoSuárez, el aficionado abulense pudo irse con la duda a su casa de si realmente el problema de que el equipo lleve cuatro partidos seguidos sin ganar era de Jimeno, el entrenador cesado el martes, o si el  mal está más extendido por un vestuario que no respondió a la destitución de su técnico con un partido reivindicativo, ni mucho menos.

 Aunque pudo parecer que en los primeros compases el Ávila mostraba otra imagen algo más agresiva con una presión muy adelantada y  con algo más de intensidad por parte de los jugadores, esa efervescencia apenas duro 20 minutos de un partido ante uno de los equipos de la zona baja de la clasificación que mostró las carencias de los encarnados, sobre todo a la hora de crear juego ofensivo. Los locales fueron claramente de menos a más para terminar completando una nefasta segunda parte en la que no fueron capaces de tirar entre los tres palos. De hecho las mejores ocasiones en esta segunda parte fueron para el delantero centro visitante, Sualdea, con dos potentes disparos que atajó Brian bien colocado.

Jorge Solano, segundo entrenador con Jimeno, fue el responsable de dirigir al equipo en este partido. Presentó una alineación con las novedades respecto a la que salió ante la Gimnástica Segoviana de Marcos Isla en el centro de la defensa; Calderón en el ataque y Corozo como lateral izquierdo ante la baja de Llorián por tarjetas. Dispuso un esquema de 4-4-2 con Domingo y Manuel Sánchez como doble pivote en el centro del campo, Moreira y Ramiro por las bandas, con Aitor y Calderón como hombres más adelantados.

Con esas modificaciones y con una buena presión sobre la salida del balón del Mirandés apenas habían transcurrido 2 minutos de juego cuando Moreira ya había probado al portero visitante y poco después Calderón se plantaba solo ante Adrián pero definía bastante mal. Otro disparo de Moreira en el minuto 19 y una buena jugada individual de Ramiro en el 22 que debió tirar a puerta en vez de lanzar un centro que no encontró rematador, fueron las ocasiones más claras del conjunto abulense en la primera parte junto con otra de Calderón justo al filo del descanso, que también desde una buena posición dentro del área disparó muy desviado.

Estas jugadas, todas ellas en la primera parte, fueron todo el bagaje ofensivo que ofreció el equipo abulense en el partido de ayer porque la segunda parte fue para olvidar

 Ya comenzó rara con los cambios que introdujo Solano muy pronto, a los 8 minutos de la reanudación,  retirando a Rubén Ramiro y a Manu Moreira y dando entrada a Cristian y a Javi de Mesa. Sorprendió sobremanera la decisión de quitar del campo a Moreira, que estaba siendo el más destacado de los locales. Estos cambios no funcionaron como tampoco funcionaron los de Sergio Ramos por Domingo y  de Rubiato por Calderón. El equipo no encontró la manera de acercarse al área del Mirandés B, el equipo de Jónathan Prado, bien plantado atrás con cinco defensas que no dejó crear ni una oportunidad a Ávila en la segunda parte, y no solo eso, sino que a medida que fue pasando el partido se fue estirando hasta disponer de dos disparos peligrosos en su haber.

Nada que rescatar por parte del Ávila en los segundos 45 minutos, presenciados, igual que el resto del partido, desde la grada por su nuevo entrenador,  María Hernández que apuntó un buen número de anotaciones, consciente de que le queda trabajo por delante para enderezar el ritmo de un equipo que de momento ha caído a la cuarta posición adelantado por Arandina y Numancia B, qué provocó indiferencia en su público al final del partido, que tiene en el horizonte del próximo domingo una complicada salida a Aranda, y que deja la sensación, a falta de conocer el impacto que puede causar el método del nuevo entrenador, de que el problema no está en el banquillo.