Justo dentro de un mes deberían estar proyectándose en el Lienzo Norte los primeros trabajos del Festival Nacional de Cortometrajes ‘Ciudad de Ávila’ en su novena edición, pero la crisis del coronavirus ha obligado a posponer su celebración a finales del mes de septiembre. Así figura en la página web del festival, que tenía previsto celebrarse entre el 17 y el 23 de mayo y que, finalmente, tendrá lugar entre el 27 de septiembre y el 3 de octubre de 2020.

Habrá que esperar, por tanto, a después del verano para disfrutar de los cortometrajes más relevantes del país porque si algo caracteriza Avilacine es que, en sus ocho años de andadura, ha logrado consolidarse entre los mejores festivales del panorama nacional, convirtiendo así a Ávila en una ciudad de cine. Así lo ponen de manifiesto las cifras, pero también la calidad de los trabajos que participan en el Festival Nacional de Cortometrajes ‘Ciudad de  Ávila’. 

A la edición anterior se presentaron mil cortos, aunque el festival finalmente seleccionó 43 para la sección oficial. El claro triunfador fue ‘Soy una tumba’, de Khris Cembe, al resultar ganador no solo en su categoría, sino también alzarse con el premio al mejor cortometraje nacional. Por su parte, la actriz Marina Salas recibió el premio ‘Ávila de honor’.

El IX Festival Nacional de Cortometrajes ‘Ciudad de Ávila’ entregará ocho premios y uno honorífico: premio al mejor cortometraje nacional, dotado con mil euros; premio al mejor corto de animación (300 euros); premio al mejor actor (300 euros); premio a la mejor actriz (300 euros); premio a la mejor banda sonora original (300 euros) y premio del público (300 euros), según figura en sus bases. Además, se otorgará un premio de 200 euros al mejor cortometraje de Castilla y León para el corto rodado en la región o cuyo director o productor haya nacido o resida en esta comunidad autónoma, o que la productura esté radicada en Catilla y León. También habrá un premio al mejor corto de Ávila.