Casi 1.600 reses murieron a manos del lobo en Ávila en 2020

M.R
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Así lo advierte UCCL-Ávila, que cifra en cinco millones de euros las pérdidas para la ganadería abulense y considera por ello "un auténtica irresponsabilidad" que el Gobierno otorgue total protección al lobo

Casi 1.600 reses murieron a manos del lobo en Ávila en 2020

Prosiguen las reacciones al controvertido acuerdo adoptado por la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, que propone elevar la protección al lobo ibérico, de manera que tampoco pueda cazarse al norte del Duero como hasta ahora, pasando así a ser especie no cinegética en todo el territorio nacional. Para UCCL Ávila, "la consideración del lobo como especie protegida supone no poder hacer un control poblacional de esta especie mediante una gestión cinegética eficaz", lo que la organización agraria tacha de "una autentica irresponsabilidad por parte del Ministerio de Transición Ecológica y un ataque frontal a la ganadería extensiva, cuya presión será insoportable para muchas explotaciones", sostiene a través de un comunicado de prensa.

UCCL apoya su argumento aportando las cifras de las lobadas sobre la ganadería abulense: "En Ávila se produjeron el pasado año 1501 ataques con el resultado de la muerte de 1594 cabezas de ganado, sin contar los animales heridos y desaparecidos y tampoco los abortos ni el lucro cesante que no se calcula actualmente en las indemnizaciones y cuya pérdida para los ganaderos asciende a 5 millones de euros solo en 2020, de los cuales la Consejería solo indemniza un 20%", advierte la organización agraria.

Para UCCL Avila no es de recibo que el Ministerio de Transición Ecológica acabe aprobando la propuesta de la citada comisión porque "la población del lobo en Castilla y León, según el último censo, es de 2.000 ejemplares, es decir, 180 manadas de las 300 que hay en toda España; siendo la provincia de Ávila de las más castigadas por lobadas de toda la comunidad", recalca.

Así las cosas, la organización agraria critica que en la toma de decisiones hayan participado "comunidades autónomas que no sufren esta problemática", de ahí que considere "injusto" que esas regiones a las que los ataques de lobos les quedan "lejos" contribuyan a la "gestión" de una especie cuyas consecuencias negativas ni conocen ni sufren.

Si el lobo sigue mermando la ganadería de provincias como Ávila, UCCL vaticina que habrá "repercusión desde un punto de vista ambiental", materializada en "la reducción de la cabaña ganadera ocasionada por la presión insostenible que las poblaciones de lobo ejercen en las explotaciones", al tiempo que contribuirá al "desarrollo desmesurado de una especie que

ya está ocupando espacios que no eran propios de ella hace 60 años y con el consiguiente incremento del perjuicio económico a los ganaderos", plantea.

Por todo ello, UCCL Ávila considera que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico se equivoca totalmente si considera que adoptando esta medida preservará el medio natural y fijará población en el medio rural. Precisamente, "lo que tenían que haber intentado es que declararan a los ganaderos en verdadero riesgo de extinción, que son los que corren peligro y cuyas consecuencias serían nefastas".

En contra del criterio de la citada comisión, la organización agraria considera que "el lobo se encuentra en expansión", por lo que que "debe reconsiderarse la declaración de especie protegida" y, si se atiende a un punto de vista conservacionista, "llegar a un equilibrio entre ganaderías y fauna salvaje".