El Grupo de Investigación Reconocido en Ingeniería y Gestión del Agua (IGA) de la Universidad de Salamanca, con sede en la Escuela Politécnica Superior de Ávila y que dirige el profesor José Luis Molina, forma parte del consorcio que va a desarrollar el proyecto de investigación SOS AGUA XXI, aprobado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), entidad pública adscrita al Ministerio de Ciencia e Innovación y que contará con un presupuesto de 6 millones de euros financiados por el propio CDTI con fondos Europeos Next Generation.
El proyecto propone el desarrollo de una serie de actuaciones capaces de impulsar el sector de la agricultura española a través de la Misión 'Agricultura del siglo XXI' y en el mismo participan Sacyr Agua y Valoriza Medioambiente (grupo Sacyr), Bosonit, Tepro, Regenera, Aeromedia, föra forest technologies y Aqua Advise, en un consorcio que contará con destacados grupos de investigación nacionales que van a aportar al proyecto el desarrollo de soluciones económica, social y ambientalmente sostenibles. Así, además del grupo de la Politécnica que dirige Molina, participante en el diseño de modelos hidrológicos/hidráulicos predictivos de caudales y eventos climatológicos extremos y efectos del cambio climático, también se unirán a este proyecto el Instituto Universitario del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante (IUACA), la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), el Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Alicante (UA), un grupo mixto de economía de las Universidades de Alicante y Alcalá de Henares (UA-UAH) y la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía (AICIA).
En concreto, el objetivo del proyecto es «investigar soluciones tecnológicas sostenibles y eficientes energéticamente que permitan desarrollar estrategias de gestión y tratamiento eficiente de los recursos hídricos para el sector de la agricultura». Todo ello permitirá «garantizar la calidad y cantidad de recursos hídricos, así como adaptar y preparar al sector agrícola español para combatir la progresiva escasez de recursos hídricos convencionales y los efectos del cambio climático».
Este proyecto parte de la base de que para atender las necesidades crecientes de alimentación, que obligarán a duplicar la producción en las próximas dos o tres décadas, es imprescindible una agricultura moderna y eficiente en el consumo de recursos de energía e hídricos. Esto plantea una solución no fácil teniendo en cuenta el cambio climático y que el agua es un bien escaso y con cada vez más problemas de calidad, lo que hace necesario adoptar medidas que aseguren la disponibilidad de agua en cantidad y calidad suficiente para el desarrollo de una agricultura moderna y eficiente.