Rocío Guerrero, pintora madrileña que nunca había expuesto en nuestra capital pero que participó en la Cátedra de Goya impartida por Antonio López obteniendo la calificación de Matrícula de Honor en 2010, inauguró este jueves en el Palacio los Serrano de Fundación Ávila una muestra en la que aborda el mundo de las ferias festivas tratado con lirismo, quizás incluso un poco de romanticismo. Y para crear ese prisma, que va más allá de lo que podría ser el mero testimonio de lo que perciben los ojos, la artista busca y plasma «detalles que habitualmente pueden pasar desapercibidos», como por ejemplo el hecho de ser lugares donde los niños y jóvenes disfrutan de su tiempo libre, estos últimos edificando un compañerismo fuerte, y «donde también a la gente que trabaja, los feriantes, a veces no se les reconoce su labor», una especie de bohemia en la que «no descarto una cierta similitud con la vida de los artistas, que están siempre de acá para allá, una vida un poco inestable y en ese aspecto yo me siento un poco identificada».

Las imágenes de las ferias que llenan la exposición, titulada muy gráficamente '1 viaje – 3 euros', «son todas reales, de sitios diferentes; todas las pinturas se han hecho partiendo de un referente real, lo que pasa es que luego un poco me lo llevo a mi terreno y cambio personajes, composiciones o modifico detalles».

Destaca en ese conjunto de obras, pertenecientes a una serie iniciada en 2018, además del testimonio de una realidad de todos conocida pero pocas veces convertida en referente artístico, el tratamiento de la luz y la profundidad de las perspectivas, porque la mayoría de las imágenes son nocturnas y «reflejar esa vida con el neón como protagonista es lo que voy buscando». La elección del formato de soporte, unas veces muy grande y otras minimizado, depende, explicó la artista, «de lo que quiera representar».

homenaje a los clásicos. En esa realidad que refleja una pintura evidentemente figurativa cabe también la metáfora y un homenaje a los clásicos, a veces sutil y a veces explícita, como en la pintura de una joven en la feria titulada Y venus saliendo del mar que guarda evidente paralelismo con la obra de Botticelli, recuerdo que se da también «en muchos otros cuadros donde creo referencias a pinturas antiguas, es como traer el pasado clásico al mundo contemporáneo en un paralelismo que creo que es adecuado».

La elección del óleo para realizar todas estas pinturas tiene su razón de ser, finalizó Rocío Guerrero, en que «para mí es la técnica más versátil de todas, y además con el tema de los colores flúor o neón he ido yo moliendo el pigmento porque no hay en el mercado lo que necesitaba, y por eso los iba fabricando yo para poder dar ese punto de luz que buscaba».