El paso de La Borriquilla, que representa la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén a lomos de un pollino, ha vuelto a recorrer las calles de Ávila en la mañana del Domingo de Ramos. La procesión de Las Palmas, organizada por la Archicofradia de Jesús de Medinaceli, salió de la Catedral tras la eucaristía presidida por el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, que antes de la ceremonia cumplió con el ritual de bendecir las palmas y las ramas de laurel que durante la procesión portaban los fieles. Los niños volvieron a protagonizar la procesión, en especial los que van a tomar este año la primera comunión, que desfilaron juntos precedidos por una pancarta en la que podía leerse 'Siempre es tiempo de caminar'. También han procesionado los pequeños que forman el Coro de Voces Blancas de la Scolania de Santo Domingo de Filadelfia (EEUU), que esta Semana Santa ofrecerán varios recitales en Ávila. La música la ha puesto la Banda de la Oración en el Huerto y la Santa Cruz de Medina del Campo, de la que llaman especialmente la atención sus gaitas. Los miembros de la Archicofradia de Jesús de Medinaceli, que han procesionado a cara descubierta, han estado acompañados de una nutrida representación del resto de cofradías y hermandades de Ávila.