Música y danza al son de las piedras, el sol y el viento. Con estos evocadores y apetecibles ingredientes arrancó este viernes en la Sierra de Ávila el festival  ‘Paisaje y Artes Vivas 2020’, organizado por el proyecto Masav/Terra Levis y patrocinado por la Diputación Provincial de Ávila. 

Lo cierto es que había ganas de descubrir la primera de las tres propuestas previstas al amparo de una de las últimas citas culturales del verano en la provincia abulense.

A las 18:30 se abrían las puertas al campo. En la necrópolis altomedieval de La Coba, San Juan del Olmo, todo estaba listo para recibir a las cien personas que previamente habían reservado para asistir al espectáculo de Neønymus y Vanesa Peña. La gente fue ocupando sus asientos con gran  expectación ante una puesta en escena tan natural como brutal. Una gran mole de granito a modo de escenario,  completada por otros berrocales menores,  o los piornos y cardos que salpicaban el espacio. 

Finalmente, a las 19,40 horas empezaba la magia. Silverius de Ura (Neønymus), a través de las polifonías generadas con su propia voz o instrumentos ancestrales de hueso y madera sumergía a los asistentes en melodías evocadoras de un pasado remoto. Una pieza del funeral visigodo, contextualizada de llenó el sitio en el que hace poco tiempo se han encontrado vestigios de esa época. 

Con la caída del sol, tonos rojizos tintaban el fondo de la escena. En ese momento, Vanesa Peña comenzaba una danza al son de la música, de la piedra, del paisaje que consiguió emocionar aun más a los allí asistentes. 

Una hora y cuarto después de su inicio concluía un espectáculo único e irrepetible. 

Lo cierto es que ésta era la primera vez que Vanesa Peña y Neønymus se juntaban para desplegar su creatividad en este primer espectáculo de Oikomos, Paisaje y Artes Vivas.