El más difícil todavía

SPC
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España quiere sumar al Europeo del año pasado un cetro Mundial que consolide a esta generación de 'Hispanos' entre las mejores selecciones de la Historia del deporte

El más difícil todavía - Foto: Emilio Naranjo

La selección española de balonmano buscará el más difícil todavía y, tras proclamarse el pasado año campeona de Europa, tratará de encadenar el título universal en el Mundial de Alemania y Dinamarca, una gesta que en los últimos años tan solo ha logrado la todopoderosa Francia.

Para ello, Jordi Ribera volverá a confiar en el mismo bloque que se alzó con el oro en Croacia con la excepción del extremo derecho Aleix Gómez, que sustituirá a David Balaguer.

La incorporación del joven de 21 años dotará a los ‘Hispanos’ de un punto más de velocidad en su contraataque, una de las armas en las que se sustentan las opciones para alzarse con su tercer título mundial, tras los conquistados en 2005 y 2013.

El más difícil todavíaEl más difícil todavíaPero el principal argumento volverá a ser la variedad de su juego ofensivo, donde suplen su falta de centímetros y lanzamiento exterior con una riqueza táctica que le convierte en un equipo único.

La selección nacional ha hecho de sus carencias una virtud, con una apuesta clara por un juego combinativo que otorga un papel fundamental a extremos y pivotes.

En estas posiciones España cuenta con un abanico de recursos que le permite variar radicalmente su juego en función de los hombres que se encuentren en cada momento sobre la pista.

Especialmente en el pivote, donde la presencia de dos jugadores tan diferentes como Julen Aginagalde, más pesado y fuerte, o Adrià Figueras, mucho más móvil, dotan a la selección de una variedad que la convierte en un rival muy difícil de defender.

Para nutrir de balones a la segunda línea están jugadores como Raúl Entrerríos o Eduardo Gurbindo, que ejemplifican como pocos la esencia de la ‘escuela española’, en la que el interés colectivo siempre está por encima del lucimiento individual.

Un carácter coral que permite al combinado nacional rotar a sus integrantes sin que merme el rendimiento, un factor que ya le permitió llegar al tramo final del pasado Europeo en mejores condiciones físicas que sus rivales.

Pero los ‘Hispanos’ no solo pueden presumir de variedad ofensiva, ya que en defensa manejan también con soltura tanto el 6-0, donde Viran Morros y Gedeón Guardiola conforman un eje granítico, como el 5-1.

Una defensa abierta con la que España parece cada día encontrarse cada vez más cómoda gracias al trabajo como avanzados tanto de Álex Dujshebaev como de Aitor Ariño, uno de los mejores especialistas del mundo en esta tarea.

Con estos argumentos, la selección tratará de lograr la primera plaza del Grupo B, con sede en Múnich, donde se enfrentarán a Baréin, Islandia, Japón, Macedonia y Croacia.

Es un complicado camino en el que los de Ribera no pueden permitirse ningún error si quieren acceder a la segunda fase con pleno de puntos, la clave para pelear por un puesto en las semifinales, dada la exigencia de la segunda ronda, en la que los ‘Hispanos’ se medirán con rivales de la talla de Francia o Alemania.