Adiós a Félix Hernández, firme apoyo al teatro

J.M.S.
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Este vallisoletano dedicado al mundo de la escena desde la base fue un gran defensor del Certamen Infantil de Mingorría

Adiós a Félix Hernández, firme apoyo al teatro

Acaba de fallecer a los 83 años de edad el presidente de la inquieta Asociación de los ‘Amigos del Teatro de Valladolid’, Félix Hernández Ramos, a cuya fundación contribuyó hace 43 años, y uno de los mayores entusiastas del teatro escolar que se exhibía en los certámenes de Ávila y Mingorría, en los que participaba con el grupo ‘Forillo’, del Colegio Ponce de León. 

Con su muerte, el mundo de la cultura en general, y el de la ciudad de Valladolid en especial, acaba de perder a uno de sus más valiosos activistas, curioso calificativo que empleamos para referirnos a un hombre que dedicó gran parte de su vida por y para el teatro, que participó en el asentamiento de la representación del Tenorio en las calles vallisoletanas, y que, a través de la asociación que presidía, desde hace once años premiaba anualmente a actores y actrices, así como a colectivos que trabajan en favor del arte dramático. 

Y aunque no se dedicó profesionalmente al oficio de comediante, pues se empleó en la fábrica Renault, fue un auténtico apasionado del teatro desde la infancia. Bebió la comedia de su abuelo teatrero y de un tío músico. Buen recitador, fue actor y director. Actuó con grupos independientes de asociaciones y de empresa. Realizó cursos de capacitación escénica y dirigió el grupo independiente ‘Trece de Julio’. 

Apoyos a Ávila. Deteniéndonos en la contribución de Félix Hernández a las cosas de Ávila, diremos que su cita no faltaba cada año en la sección de cartas al director del Diario de Ávila. Lo hacía días después de su participación en el Certamen de Teatro Infantil de Mingorría, donde se mostraba entusiasmado. Primero se presentaba: «Tengo más de cincuenta años y llevo desde los dieciséis dedicado al teatro de aficionados, como actor, como director y ahora, además, como monitor en un centro de E.G.B. Es norma desde hace unos años presentar al grupo del colegio a los diversos certámenes de teatro infantil que se ‘celebran en la región y por lo tanto conozco al detalle su mecanismo y compruebo el interés y la dedicación de los organizadores. Mi sorpresa ha sido mayúscula al asistir el año pasado a la primera, muestra de teatro infantil en Mingorría. De veras pensé que sería un espejismo la buena organización y el trato recibido por los niños participantes. Pero no. He vuelto este año y he podido comprobar el interés por la cultura teatral en principio y todo lo que lleva consigo después (DA 25/05/1994)». Todo un éxito por «ese empeño en llevar a ese rincón de Ávila esa manifestación cultural», insistía (DA 27/07/1997). 

Más aún, Félix Hernández quiso participar en el décimo aniversario del certamen Mingorría con un texto en el que apostaba por el teatro escolar en el medio rural, por su contribución al «desarrollo de la personalidad del niño», mejorando su facilidad de expresión, vocalización y agilidad lectora (Comediante, 2002), aparte de implicarse en los actos organizados con tal motivo.

Y la especial atención que siempre prestó este amante del teatro de base al certamen teatral de Mingorría propició que la Asociación de Amigos del Teatro de Valladolid, de la que formaba parte, le concediera a esta iniciativa de la comunidad educativa de Mingorría uno de sus prestigiosos premios anuales en la edición de 2006, igual que once años más tarde le fue concedió a Carlos Aganzo, entonces director de El Norte de Castilla, y antes director del Diario de Ávila.