Los aguerridos húsares del teniente coronel Garrido

M. Lumbreras
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La tercera edición de las 'Jornadas de Arqueoturismo. Tras las Huellas de Garrido' reúne a más de un centenar de personas en San Juan del Olmo para recrear el contexto de la Guerra de Independencia

Los aguerridos húsares del teniente coronel Garrido

La vida en un campamento militar es dura. Hay que realizar entrenamientos, trabajar en la manutención diaria (de los compañeros y de los animales) y estar en constante estado de alerta por si ataca el enemigo. 

Ahora imagínese que no solo tiene que realizar este trabajo, sino que es usted un soldado del siglo XIX y su campamento está situado en Grajos, en plena Sierra de Ávila, a más de 1200 metros de altitud. Para colmo, es invierno y su país se encuentra en plena contienda contra los ejércitos de Napoleón. La vida militar es dura.

Esto debieron de pensar los luchadores de los húsares francos de Carabanchel, cuya base estaba en lo que actualmente es la localidad de San Juan del Olmo. 

Los vecinos del pueblo siempre han contado historias sobre la cueva de Garrido, cuyo nombre venía de los lejanos ecos de un bandolero que usaba esta incrustación en la corteza terrestre para guarecerse del frío viento serrano y preparar sus asaltos. Sin embargo, gracias al grupo de arqueología abulense ‘Terra Levis’, se ha descubierto que el tal Garrido no fue un bandolero, sino que se trataba del teniente coronel de los húsares francos Fernando Garrido, cuyo regimiento reposaba en las elevaciones inmediatas a lo que hoy es San Juan del Olmo. De hecho, el trabajo de investigación de estos arqueólogos locales ha arrojado a la luz que allí tuvo lugar, el 21 de enero de 1813, una escaramuza entre los soldados del teniente coronel y los cazadores de Zamora liderados por el austriaco Florián. 

Las excavaciones dieron con los restos de tres cuerpos y varios huesos dispersos por la zona. Uno de los cuerpos presentaba cortes en la mandíbula y la clavícula que inducían a pensar que sufrió una muerte violenta. Asimismo, el descubrimiento de los restos permitió aportar pruebas fehacientes de que la leyenda de que allí hubo una batalla durante la Guerra de Independencia era cierta.

Estos hallazgos dieron pie a realizar el año pasado, dentro de las ‘II Jornadas de Arqueoturismo. Tras las huellas de Garrido’, una recreación de los tiempos de la Guerra de Independencia y de las condiciones de vida de las personas acampadas en los Grajos. Este fin de semana, en el marco de la tercera edición de las jornadas, se ha instalado un campamento en el que, ataviados con los uniformes de la época, se ha emulado la vida de estos húsares durante su período en San Juan del Olmo.

Dentro de las actividades, se ha mostrado cómo llevaban a cabo los ejercicios de instrucción en los campamentos y se han organizado charlas y talleres en los que se ha explicado al centenar de asistentes los modos de combate de la época, el tipo de armas que usaban o las indumentarias que llevaban, así como una exhibición de cómo sería un combate de la época.