El Instituto Nacional de Estadística (INE) cifra en casi 500 el exceso de muertes en la provincia de Ávila durante el año 2020 en relación al ejercicio anterior. Los últimos datos de la estadística del INE sobre salud y mortalidad, con esa estimación del número de defunciones semanales durante el brote de la COVID-19, reflejan que en las 53 semanas del año 2020, hasta la última de diciembre, han fallecido en Ávila 2.497 personas. Son 473 más que en el mismo periodo del año 2019, cuando se habían notificado 2.024 fallecimientos (datos definitivos), con lo que el número de defunciones se eleva este año un 23,4% en relación a un año atrás. De esta manera, y aunque estos datos reflejan la mortalidad sin distinguir causas, el incremento detectado en 2020 se viene achacando a la crisis sanitaria derivada de la COVID-19, cuyos efectos se notaron desde el arranque de la pandemia en la evolución al alza en el número de defunciones.

El número de fallecidos en el hospital de Ávila con diagnóstico de COVID-19 rondaba al cierre del año los 250 desde marzo, una cifra a priori bastante alejada de la que arroja el INE. Con todo, al dato oficial facilitado por Sacyl habría que añadir las defunciones registradas en residencias y los fallecimientos producidos sin diagnóstico de coronavirus, algo que se dio sobre todo en el arranque de la pandemia, así como los fallecimientos producidos de enero a marzo por otras causas. 

Atendiendo a su compromiso social para ofrecer información que pueda ser relevante para los ciudadanos en el contexto de la COVID-19, el INE puso en marcha en junio una operación experimental dedicada a la estimación semanal del número de defunciones por provincias e islas, para lo que cuenta con datos actualizados recibidos desde los Registros Civiles combinados con información histórica de la Estadística de Defunciones con el fin de ofrecer una estimación sobre las defunciones ocurridas durante el brote de COVID-19.

Este proyecto se plantea el estudio de las defunciones semanales ocurridas durante 2020 y su comparación con los datos históricos de defunciones desde el año 2000, lo que permite interpretar los datos con perspectiva histórica, dada la variabilidad que presentan las defunciones a lo largo del tiempo.

En el conjunto del país, el INE estima que hasta la última semana de diciembre murieron 499.764 personas. Son más de 84.000 más que en el mismo periodo de 2019, cuando se notificaron algunas menos de 415.000. El incremento alcanza el 20%, un porcentaje que se elevó al 28% en el conjunto de Castilla y León. El exceso de muertes en la comunidad es de 8.269.