El turismo de naturaleza, un motor de desarrollo para Ávila

P.R.
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El naturalista Felipe Nebreda defiende que para conseguir estos objetivos no debemos olvidar «la fragilidad de la materia prima»

El turismo de naturaleza, un motor de desarrollo para Ávila

tividad que se encuentra en claro auge en los últimos años, incluso en esta época más reciente, a pesar de las limitaciones provocadas por la pandemia, ha existido una alta demanda de servicios relacionados con el disfrute de las actividades al aire libre. Desde la simple estancia en entornos naturales hasta la contratación de servicios especializados para conocer con más detalle algunos de sus componentes.

La observación de fauna, las rutas guiadas y viajes organizados, el turismo astronómico o el micológico, la fotografía en la naturaleza… son algunos de los campos que van creciendo de modo exponencial y que pueden convertirse en un motor o al menos en un complemento potente para el desarrollo de nuestro medio rural, sostiene el naturalista Felipe Nebreda, director técnico de Ornitocyl, la III -feria Ornitológica de Castilla y León que se está desarrollando estos días en modo virtual, debido a la situación sanitaria que atravesamos, provocado por el COVID-19. 

Recuerda Nebreda que comunidades vecinas como Extremadura llevan más de 20 años desarrollando iniciativas diversas para favorecer estas actividades, han conseguido recibir cerca de 250.000 turistas en el medio rural en 2019 (fuente observatorio turístico de Extremadura), siendo un porcentaje considerable (en torno al 15%) los turistas extranjeros.

Reconoce también el director técnico de Ornitocyl que en Ávila contamos con un potencial inigualable para satisfacer las necesidades del turista de naturaleza. «Contamos con unos espacios naturales de primer nivel, nuestro catálogo de fauna (uno de los elementos de mayor demanda para su observación) es de los más ricos y diversos del territorio nacional. La infraestructura de hostelería es amplia, rica y variada…» Ala vez que defiende que «nos queda ratificar la apuesta, que parece que va cogiendo paso firme, por este sector. Contando con el apoyo continuo de la administración, que en la actualidad considera este tipo de turismo de modo prioritario; con la especialización de los profesionales presentes en nuestros pueblos y la llegada de nuevos profesionales en nuestro medio rural (principalmente guías especializados en los distintos ámbitos) y con infraestructuras que favorezcan las diferentes opciones del sector (observatorios de distinta tipología, rutas señalizadas, material promocional, etc)». Defiende en este sentido que  Ávila tiene capacidad suficiente para convertir el turismo de naturaleza en uno de los pilares de desarrollo rural de esta provincia.

Pero también aclara que la preservación y el respeto por los distintos ecosistemas que poseemos esta provincia debe ser esencial.  «Para conseguir todo este desarrollo nunca debemos olvidar la fragilidad o sensibilidad de la materia prima por la que estamos apostando. Nuestra naturaleza. Así que desarrollo y conservación deben ir de la mano», sostiene Nebreda.