No hay solicitudes para cotillones pero sí podrán celebrarse

D.C
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El Ayuntamiento informa que esas peticiones son un formalismo, pero que los promotores de cualquier actividad festiva deberán garantizar que cumplen con todas las normativas en materia de seguridad

No hay solicitudes para cotillones pero sí podrán celebrarse

En la mañana del 28 de diciembre, quizás pendientes todos los implicados de un posible cambio en la estrategia de lucha contra la covid-19 que pueda tomar este miércoles la Junta de Castilla y León con la aprobación de restricciones que ya se han dictaminado en otras comunidades autónomas, el Ayuntamiento de Ávila no había recibido aún ninguna solicitud formal para la celebración de cotillones de Nochevieja en la capital, según informó el teniente de alcalde de Seguridad, José Ramón Budiño.

A pesar de esa ausencia de solicitudes formales, añadió Budiño, «sí que es verdad que ha habido una reunión con la Jefatura de la Policía Local para tratar de las medidas y los protocolos a la hora de poder desarrollar ese tipo de eventos», de los que reconoció que «hay una serie de fiestas que están publicitadas y que conocen los abulenses, de las que incluso se ha vendido algún tipo de localidad a los jóvenes», y para las cuales se hará un «seguimiento físico, permanente y dinámico por toda la ciudad».

A la espera de esa posibilidad de que la Junta anuncie hoy «una posible modificación en la normativa» sobre restricciones al ocio nocturno para luchar contra la pandemia, recordó el teniente de alcalde de Seguridad que «la Policía Local, como ha hecho otros años, desarrollará un trabajo dinámico de presencia y seguimiento de todas esas actividades que se vayan a desarrollar en la capital la noche del 31 de diciembre».

Preguntado por la obligatoriedad o no de pedir autorización para la celebración de los cotillones, respondió Budiño que esa solicitud «es un registro formal en el cual se notifica» al Ayuntamiento que se tiene la intención de organizar esa fiesta, pero que aunque no se cumpla ese requisito formal «no habrá ningún tipo de problema en celebrar una actividad así, siempre con el seguimiento de la Policía Local y teniendo todos los permisos en regla, previo informe preceptivo y favorable de que se puede celebrar»; es decir, insistió, que esa petición previa «es un formalismo y lo normal es que el organizador registre esa solicitud para poder desarrollar esa actividad, pero si el local en cuestión está abierto de manera ordinaria y tiene todos los permisos que le permitan desarrollar ese tipo de actividad, no habría ningún tipo de problema siempre y cuando se desarrollen las actividades dentro de la normativa vigente».

sin inspección previa. En caso de que algún local que no esté abierto de forma habitual organice un cotillón, siguió explicando José Ramón Budiño, «no será necesaria una inspección previa ni por parte de Policía Local ni de bomberos, aunque sí que es cierto que si se abre se le podrá solicitar a la empresa organizadora toda esa documentación que especifique que ese espacio pueda albergar un acontecimiento de esas características» con todas las garantías.

También, acabó el teniente de alcalde del área de Seguridad, «será obligación de la empresa promotora, de la organizadora del evento, que las medidas sanitarias, como por ejemplo el uso de la mascarilla en el interior, se ejecuten»; en paralelo, «la Policía Local será responsable de controlar que se desarrolle así, y en caso de no hacerse de esa manera, lógicamente, los organizadores podrán ser sancionados de manera administrativa por las normativas que no cumplan. Pero, insisto, la obligación de cumplir las normas es por parte de la empresa organizadora».

Este el primer año en mucho tiempo en el que ningún establecimiento haya solicitado la petición de celebración de un cotillón de Nochevieja cuando está tan próxima le celebración de esa fiesta, una más de las muchas 'excepcionalidades' que está provocando la pandemia de la covid-19, que el pasado año impidió que encuentros nocturnos de este tipo pudiesen celebrarse en ningún lugar de España debido a la peligrosísima situación que atravesaba la sanidad española en aquella fecha, con una alta incidencia y saturación de hospitales en planta y UCIs.