Abrir o no abrir, la duda aún de los empresarios

E.Carretero
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Frente al miedo a actuaciones por parte de la Inspección de Trabajo, el Real Decreto 18/2020 deja en manos de las empresas la decision de recuperar la actividad y de reincoporar a los trabajadores

Abrir o no abrir, la duda aún de los empresarios - Foto: Isabel García

Desde que comenzó el proceso de desescalada en las gestorías no han dejado de atender dudas de empresarios en relación con la situación de los ERTE de cara a la vuelta a la actividad. Unas dudas que en muchos casos están relacionadas con el «miedo» a futuras actuaciones de la Inspección del Trabajo por no haber abierto los negocios pese a poder  hacerlo al entender que la apertura no va a ser rentable y también con la «incertidumbre» que conlleva la reincorporación de las plantillas en ERTE. Así lo reconoce Raquel Martín Garrido, responsable de Recursos Humanos de la Gestoría Martín Garrido, que recuerda que se trata de un miedo justificado teniendo en cuenta que la Inspección de Trabajo tiene hasta cuatro años para revisar los expedientes. Sin embargo, apunta la experta en relaciones laborales, el Boletín Noticias Red 14/2020 de 5 de junio, que amplía información y da instrucciones sobre la aplicación del Real Decreto 18/2020, reconoce que «corresponde a la empresa valorar en función de sus circunstancias particulares en qué momento las causas por las que se autorizó el ERTE por fuerza mayor permiten la recuperación parcial de su actividad y en qué medida la reincorporación de los trabajadores afectados, y en qué porcentaje de su jornada, es necesaria para el desarrollo de la actividad».

Así las cosas, apunta esta experta, el Real Decreto 18/2020 deja en manos del empresario la decisión tanto de retomar la actividad como de rescatar a todos, parte o ninguno de sus trabajadores del ERTE, eso si, siempre que esa decisión se tome «dentro de la responsabilidad». «Si veo que por las condiciones de mi local no me interesa abrir de momento porque mi negocio se va  ir a pique y al final voy a tener que despedir a mis trabajadores, que es lo que se busca evitar con estos ERTE, no abriré», pone como ejemplo Martín Garrido para referirse a un dilema al que en las últimas semanas se están enfrentando muchos empresarios, sobre todo del ramo de la hostelería.

Es más, apunta la responsable de laboral de esta gestoría, el propio Real Decreto contempla que la incorporación de la plantilla en ERTE a la actividad se pueda ir haciendo poco a poco, lo que permite que los trabajadores se vayan reincorporando «a nivel parcial y de forma progresiva». De hecho, explica Martín Garrido, «tienen más bonificaciones en forma de más exoneración de cuota los trabajadores que se incorporan a la actividad que los que se quedan en el ERTE porque lo que se pretende es que poco a poco la economía y las empresas se vayan moviendo y reiniciando actividad». Así, para empresas de menos de 50 trabajadores la exenciones pasan del 100 por 100 que se aplicó a los trabajadores en ERTE durante los dos primeros meses de estado de alarma al 85 por ciento en mayo y al 70 por ciento en junio para aquellos trabajadores que se incorporen a la actividad, ya sea a jornada completa o a tiempo parcial, mientras que para los empleados que continúen en ERTE la exención se reduce al 45 por ciento en el mes de junio, explica.

«Mi recomendación es que si el empresario ve que puede abrir aplique el Real Decreto y valore si va a necesitar reincorporar a toda la plantilla o solo a una parte», apunta a modo de consejo esta profesional que recuerda que los  ERTE aprobados durante el estado de alarma tienen vigencia hasta el 30 de junio, con independencia de que posteriormente el Gobierno decida prorrogar este plazo.

Aparte de las relacionadas con la vuelta a la actividad y la reincorporación progresiva de las plantillas, otra de las dudas más habituales de los empresarios es qué ocurrirá a partir del 30 de junio cuando finalicen los ERTE, explicando la experta que el Real Decreto apunta  que aquellas empresas que presupongan que a 1 de julio van a seguir con problemas tienen que ir negociando un expediente de regulación de empleo por causas económicas, organizativas, técnicas o de producción (ETOC). Pese a todo, reconoce que al menos entre los clientes de esta gestoría y a excepción de la hostelería, que es donde «más miedo» hay, de los ERTE aplicados durante el estado de alarma «un porcentaje muy elevado están ya incorporados a la actividad».