Real Ávila, 0 | | Segoviana, 2 |
David Llorián Javi - Foto: Antonio Bartolomé José María (Juanito, 55’) Josito - Foto: Antonio Bartolomé Cabrera Aarón Yagan (Álex, 79’) Vicente (Jonathan Plaza, 64’) Tuto Iván Vila | | Durán Borja Anel Chema Víctor Pérez Ricardo Roberto Álvarez (Hugo Nogueira, 69’) Ramón Martín (Dani Calleja, 31’) Rubén Manu Edu (Mariano, 77’) |
Goles
0-1 (minuto 46) Rubén; 0-2 (minuto 73) Rubén
Árbitro
Palacios Aragonés (Soria). Mostró cartulinas amarillas a los locales José María, Cabrera, Tuto, Javi, Llorián, Gabri, y por los visitantes a uno de los miembros del cuerpo técnico.
Incidencias
Encuentro correspondiente a la penúltima jornada de la Tercera División disputado en el Adolfo Suárez ante 450 espectadores
Más que un ‘clásico’, fue un desastre. El Real Ávila hizo uno de sus peores encuentros de la temporada precisamente ante su eterno rival, la Gimnástica Segoviana, un equipo inmerso en la dinámica del ascenso. Y no es poco. Porque los segovianos demostraron un mayor nivel de concentración y ambición que, sin llegar a ser excesivos, fueron suficientes ante un Ávila que, a falta de objetivos por los que morder sobre el campo, ni siquiera encontró motivación en un partido que pareció sentirse y vivirse más en la grada que sobre el césped. Esperaban una alegría los aficionados en la despedida del equipo encarnado del Adolfo Suárez en una temporada anodina y se encontraron con un encuentro en el que hubo que esperar al minuto 90 para que el conjunto abulense hiciera su primer disparo.Entonces ya había quienes abandonaban la grada a la espera de una próxima temporada que depare más alegrías.
Con más tensión que fútbol arrancó un clásico en el que la Gimnástica Segoviana puso el fútbol y las oportunidades en una primera mitad que, todo hay que decirlo, tuvo por momentos más interés por los escudos de los contendientes que por el fútbol que desplegaron. Sin embargo fue la Segoviana la que saltó decidida a llevar la voz en un partido en el que no se recordarán acciones ni ofensivas ni combinativas en el bando encarnado, encorsetado por las bajas de Jean Claude y la ya asumida de Chiqui en el centro del campo. Es de suponer que no le gustarían los primeros 45 minutos a José Luis Diezma, que tuvo que ver el partido desde la grada por sanción, en un primer acto en el que el picante lo puso una Segoviana, especialmente seria por lo que se jugaba en esta jornada, y que hizo méritos para haber roto las tablas en el marcador.
Pronto empezó el equipo de Santi Sedano poniendo a prueba a David, que apenas transcurrido el minuto 3 rectificaba su error en una mala salida con una mano en el último momento cuando Manu buscaba el remate en el área pequeña. Fue la primera pero no la última para un portero que, con el paso de los minutos, fue ganando seguridad hasta confirmar en la última jugada de la primera mitad que el marcador no se movería antes del paso por los vestuarios. Anel aún se pregunta por la reacción del abulense cuando el de Arévalo remataba en el área pequeña una gran combinación gestada entre Ricardo y Edu, el ex de la Casa Social Católica y cuyos servicios rehusó el conjunto encarnado el pasado verano a la voz de «no estamos para probaturas», según dice su círculo más allegado. En Segovia sí le quisieron.
El eterno Ricardo y sobre todo Roberto Álvarez, presente en toda la parcela central, pusieron el fútbol en un equipo que robó el balón al Real Ávila, desubicado y descolocado. Ni Tuto, ni Aarón, ni Cabrera encontraron el camino de la creación. Aún así el inicio fulgúrate de la Segoviana duro apenas un cuarto de hora. No aprovechó el bajón el Ávila para recomponerse. Sí lo hizo el equipo de Santi Sedano, que tenía en su fútbol una marcha más, inclusive tras haber tenido que cambiar una de sus piezas –Dani Calleja por Ramón Martín en el 31’– por lesión.
Pediría mano Roberto Álvarez –minuto 31– de Josito cuando un remate del centrocampista desde la frontal lo desviaba el lateral abulense poniendo fin a una nueva jugada de peligro en el área local. Era el inicio de los mejores minutos de los visitantes. Porque en el 36’ fue Ricardo el que acarició el gol cuando un golpeo lejano del segoviano lo desviaba con dificultades el portero local a córner. No se había recuperado del susto el Ávila cuando –minuto 37– Borja disparaba al larguero desde lejos. Parecía que Sedano había dado orden a los suyos de poner a prueba al portero encarnado desde lejos, porque de nuevo Rubén –minuto 41– volvería a mandar un serio aviso. De nuevo se encontró con David, que abandonaría el campo como el mejor de los locales en un choque en el que el Ávila estaba siendo un espejismo de equipo.
Evitaría David el gol en el 45’, pero no pudo hacerlo apenas comenzó la segunda mitad, en el 46’. Hizo méritos la Segoviana para lograrlo en la primera, y no lo encontró. Tuvo que ‘regalárselo’ el Ávila en un error defensivo de bulto entre José María, que no despejó esperando la salida de David, y el portero, que no salió de sus dominios esperando el despeje del central. Entremedias Rubén, que aceptó el regalo y encaró a David. Tuvo incluso tiempo para pensar por dónde le apetecía meterlo. Ajustado y a la base del poste. Era el 0-1 y la Segoviana recuperaba la tranquilidad que le negaba el empate.
Movió el banquillo el Ávila en una decisión controvertida. Retiró del campo a José María, autor del error en el gol, por Juanito. Salió el defensor visiblemente enfadado y directo hacia las duchas. Si la decisión fue técnica –«tenía una tarjeta, no queríamos perderlo para Valladolid»– no lo pareció. No mejoró el equipo su pobre imagen sobre el césped y en el 60’ Edu acariciaba el gol cuando, a rechace de un disparo propio, remataba de cabeza al palo.
Llegaría el segundo cuando la Segoviana parecía conformarse con el marcador. En un nuevo acercamiento Ricardo, por encima de Josito, le puso una gran asistencia a Dani Calleja, que apuró la línea de fondo y sirvió un gran centro en paralelo a la línea de gol. Rubén solo tenía que empujarla, pero se metió hasta dentro. Era el 0-2 y el doblete para el ‘17’ segoviano, que mataba un partido que no dejará nada para el recuerdo.