A por el 'barakaldazo'

A.S.G.
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0-0, Eliminatoria abierta. El real Ávila pisará Lasesarre - 20,00 horas - consciente de la dificultad del Barakaldo pero dispuesto a buscar un gol que le abra la puerta de la final

Gustavo pelea por avanzar ante los jugadores del Barakaldo en el partido del pasado domingo en el Adolfo Suárez. - Foto: David Castro

Partido con mayúsculas. La temporada, a veces más larga de lo que se desearía, cobra sentido por encuentros como éste, un duelo de semifinales con tintes de final adelantada. El Real Ávila está dispuesto a escribir un nuevo capítulo en la historia de un club que añora, como su afición y la propia ciudad, la Segunda División B, una categoría que en días como estos parece más cercana que nunca.

A nadie se le escapa que pocos rivales más complicados que el Barakaldo, aunque aún quedarán algunos en el bombo el próximo lunes, tendría por delante el equipo de José Luis Diezma de conseguir un pase en el que la afición empiezan a cree con  ímpetu. El Adolfo Suárez dejó claro que las diferencias de presupuesto e historia no juegan sobre el césped y los encarnados se notaron de ‘tu a tu’ con un equipo confeccionado para el ascenso. No fueron mejores, pero tampoco peores. El 0-0 lo dice todo. Nunca han negado la dificultad de la empresa, hacerlo sería una temeridad, pero el vestuario encarnado ha dejado claro desde el mismo domingo que el resultado permite soñar con lo que por las redes sociales se ha bautizado como el ‘barakaldazo’. Diezma prefiere hablar de mini proeza. Cualquiera de los dos es válido.

Ambos equipos dieron por bueno el 0-0 de la ida. Motivos no les faltaron a ninguno. Cumplieron los gualdinegros, que apostaron por llevar la eliminatoria abierta a su campo buscando el pase arropados por su afición. El empuje de los aficionados fabriles es una realidad. Tampoco lo hicieron los encarnados, que apostaron por mantener la portería a cero y evitar un descalabro en el Adolfo Suárez que hubiera cortado los sueños del ascenso de raíz como en otras temporadas. Hicieron los deberes. Ahora el valor doble de los goles fuera de casa entra en escena. Sólo la derrota dejaría al equipo de José Luis Diezma fuera de la final. Cualquier victoria o empate con goles valdría para firmar el pase. Un panorama en el que el crono no será un problema para un equipo que saldrá a buscar el gol. Cualquier otro camino sería un error ante un rival que se espera muy diferente a lo visto en el Adolfo Suárez, donde quedó patente que estas eliminatorias se juegan a 180 minutos. Ambos apostaron a la vuelta. Apenas unos zarpazos, demasiados disueltos y esporádicos, quedaron de recuerdo en un partido demasiado rácano en ataque.  

Ahora ya no caben titubeos. Por delante noventa minutos de entrega, lucha y un fútbol directo y vertical. Es lo que gusta en la tierra, Barakaldo, donde prometen empujar desde las gradas con tanta fuerza  como desde el campo. Viaja prevenido el equipo. El ambiente será agobiante, la presión del rival también. Garrido, Eneko, Mentxaka o Goiría buscarán un papel destacado ante sus aficionados.

No preocupa el ambiente - cerca de 3.500 aficionados - entre los encarnados. «Nos debe servir para motivarnos». No hay dudas entre sus pupilos. Todo se juega a una carta, Lasesarre.