La escasez de semiconductores y la caída de la demanda por la crisis económica derivada de la pandemia y por la incertidumbre asociada siguen siendo factores que hacen de freno para la remontada de la venta de vehículos nuevos, según se pone de relieve desde un sector que en este 2021 sigue afrontando una tendencia a la baja. Según los datos elaborados por el Instituto de Estudios de Automoción (IEA) a partir de la información facilitada por la DGT, las matriculaciones de vehículos en la provincia de Ávila registran una caída acumulada del 7,7% hasta noviembre, una cifra moderada si tenemos en cuenta que en el último mes el descenso porcentual superó el 29%, siempre en comparación con el mes o el periodo anterior.

En concreto, en el acumulado del año se registran 1.264 matriculaciones de turismos y todo terrenos, frente a las 1.370 de los once primeros meses del 2020, lo que dejó un descenso porcentual del 7,7%. Aquí hay que tener en cuenta que la comparación se hace sobre un ejercicio de 2020 que ya se había resentido por la irrupción de la covid y la crisis laboral y económica asociada a la misma. 

Con todo, hay matices que resaltar. Aunque el segmento de consumidores particulares sigue demandando menos vehículos nuevos, un 13,6% menos que el año pasado, el  canal de empresas crece en este 2021 a falta del último mes, con un 7,8% de subida. Eso sí, los particulares continúan copando la mayoría del mercado, con 862 matriculaciones, frente a las 401 registradas por las empresas.

Esta tendencia no es exclusiva de Ávila, no en vano en Castilla y León las matriculaciones de turismos cayeron un 11,5 por ciento en los once primeros meses de 2021 en comparación con el mismo periodo del pasado año, lejos de la tónica general experimentada por el conjunto del país, donde las ventas aumentaron un 3,8 por ciento.

Los datos del mes de noviembre hablan de que la situación está lejos de enderezarse. Y es que en el undécimo mes del año la provincia deparó 114 matriculaciones de vehículos, frente a las 161 de un año atrás, lo que dejó un descenso porcentual del 29,2%. Aquí el retroceso llegó a los dos canales, sobre todo al de los particulares (-32,5%) aunque también al de las empresas (-19,5%). Con todo, el consumidor particular lideró el mercado en noviembre con 81 operaciones, frente a las 33 de las empresas.  

En la comunidad la tendencia fue parecida, con una caída del 27%, mientras que la evolución nacional fue algo más benévola, al quedarse el retroceso en un 12%.

Las patronales Anfac, Faconauto y Ganvam coincidieron en culpar de la situación a «la falta de microchips», urgiendo a una política integral para el sector con medidas «contundentes y de calado».