Una ayuda para extender la prevención del cáncer

B.M
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Fundación Ávila y Bankia financian un proyecto para que la AECC pueda llegar mejor al medio rural con diferentes talleres en centros escolares y con la atención y acompañamiento a pacientes y sus familias

Una ayuda para extender la prevención del cáncer

Uno de los problemas de los que en varias ocasiones ha hablado la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Ávila es la dificultad para llegar al medio rural en una provincia como la abulense que tiene una complicada orografía y dispersión geográfica. Se ha hecho siempre todo lo que se ha podido y las nuevas tecnologías sin duda han ayudado mucho a mejorar, pero lo cierto es que siempre viene bien cualquier colaboración que se reciba para hacer realidad proyectos en el medio rural. En este caso las manos tendidas han sido las de la Fundación Ávila y Bankia, que se han encargado de financiar el proyecto ‘Soporte integral a familias afectadas y prevención contra el cáncer en el medio rural’, llevado a cabo por la Junta Provincial de la AECC y que se ha desarrollado en las comarcas del Valle del Tiétar, Sierra de Ávila, Valle Amblés y la zona de El Barco de Ávila y Piedrahíta.

El proyecto se realizó durante este año con talleres sobre investigación científica y extracción de ADN en centros escolares, así como programas de prevención del cáncer. Se alcanzó los 119 alumnos en talleres de prevención y hábitos saludables, y 53 desarrollaron el programa ‘Ciencia para todos’.

En cuanto a los servicios de atención y acompañamiento, tan importantes cuando se sufre una enfermedad como el cáncer, se ha llegado a atender a medio centenar de pacientes oncológicos y sus familiares en el ámbito social y psicológico, y se ha realizado acompañamiento y escucha telefónica por parte de los voluntarios. 

No se puede olvidar que todos los servicios de la AECC en Ávila son universales y gratuitos, lo que supone que cualquier revés se deja sentir en la capacidad de afrontar el trabajo diario de esta asociación que tanto ayuda a los enfermos y sus familias.

La llegada de la pandemia supuso un cambio en la forma de difundir el proyecto y también en su implementación. A partir del mes de marzo, los servicios presenciales fueron suprimidos y se reforzaron las atenciones por teléfono y videoconferencia, que han tenido una gran acogida entre los beneficiarios y han permitido seguir realizando la labor, aunque en este caso fuera en la distancia.

La labor del voluntariado de hospital y en cuidados paliativos se vio modificada y tuvo que adaptarse con un nuevo programa de escucha telefónica que permite a los voluntarios desarrollar su actividad de acompañamiento, pero adaptándose a las normas sanitarias frente a la covid-19, y desarrollándolo a través del teléfono.

Todos estos cambios no han impedido que la asociación mantenga su labor, aunque fuera de manera diferente, y continúe implicada en ayudar a los pacientes a través de los diferentes servicios de los que dispone, y también en velar por los familiares que se ven afectados cuando una enfermedad como el cáncer entra en un hogar.