Los trabajadores del supermercado Lidl de Ávila realizaron un paro y se concentraron durante esta mañana a lo largo de una hora (entre las 9,30 y las 10,30 horas de la mañana), como ha ocurrido en el resto de centros de toda España, con excepción del País Vasco. El 90 por ciento de los trabajadores de este supermercado se ha sumado a esta movilización, indicaron los propios trabajadores
Los sindicatos UGT y CCOO habían presentado a la empresa una serie de reclamaciones en materia de seguridad los trabajadores, que «cumplieron a medias», como denunciaba una portavoz de los trabajadores, que añadía que «las medidas de seguridad habían llegado tarde». También han denunciado que habían retirado el vigilante de seguridad, y han tenido que ser los propios compañeros los que han hecho turnos a la entrada para invitar a los clientes que accedían al interior del centro a que utilizaran las medidas de protección indicadas en los protocolos de protección y también para controlar un aforo que primero «se dijo que iba a ser de 50 personas y después lo pasaron a cien». También piden los trabajadores que las horas que se han hecho de menos en el estado de alarma, porque se recortó el horario de apertura de la tienda, se condone a los trabajadores, como se ha hecho el el País Vasco. Además denuncian el incumplimiento del compromiso de la empresa para que las horas complementarias se pagaran al ciento cincuenta por ciento, algo que no se ha hecho, según sostienen los trabajadores. Además denuncian que la empresa ha incumplido su compromiso para pagar las horas complementarias a un 150 por cien, algo que no se ha hecho, según denuncian los trabajadores.
A nivel nacional el seguimiento de movilización ha sido del 90% de la plantilla de Lidl en España ha secundado la huelga para reclamar a la compañía una desescalada segura y mayores medidas de prevención, según datos de CC.OO. Sin embargo, fuentes de la cadena de supermercados consultadas por Europa Press rebajan el seguimiento por parte de los trabajadores de la compañía al 18,5%.