Diputación encarga un estudio en busca de recursos agrarios

I.Camarero Jiménez
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El presidente de la institución provincial, Carlos García, lo anunciaba durante una visita a los campos de lavanda de Castellanos de Zapardiel, una arriesgada apuesta que empieza a dar sus frutos y en la que García ve además un recurso turístico

Diputación encarga un estudio en busca de recursos agrarios

Hace ya algún tiempo, más de un año, varios agricultores de diferentes zonas de la Moraña apostaron por el que era un nuevo cultivo para sus tierras: la lavanda. Lo que era un proyecto, una apuesta, ahora ya es presente y son cerca de 100 las hectáreas que se han plantado. Un envite (casi un órdago) que ha salido bien y al que la Diputación quiso dar su apoyo de manera presencial y eso lo hizo con una visita este miércoles por parte del presidente de la institución provincial, Carlos García, a uno de los campos de lavanda de Castellanos de Zapardiel. Sobre el terreno García manifestó el apoyo al sector primario en este sentido y también desveló que ya se ha encargado un estudio por el que pagarán 6.000 euros cuyo objetivo es buscar recursos de futuro para el campo abulense, como puede ser evidentemente el de los campos de lavanda. En él ven un recurso agrario, pero también un recurso que puede atraer turismo, reconocía el presidente de la Diputación al tiempo que agradecía a las personas que han sido pioneras en lanzarse a cultivar lavanda su gesto.

Quería, dijo, «comprobar cómo a través del sector primario, de la agricultura y estos campos de lavanda y flores aromáticas podemos generar recursos de cara al futuro».

Para servirle de guía en la visita varios de los hombres que ya tienen las tierras plagadas de flores de lavanda que servirán especialmente para crear aceites esenciales que son utilizados sobre todo en perfumería, medicina, detergentes... aunque también se puede aprovechar la flor seca.

Es importante decía Hermógenes Legido que el proceso de recogida sea lo más rápido posible para que después el aceite sea destilado en las 24 horas siguientes puesto que de otro modo se perdería parte de la esencia. Por eso «es importante siempre que haya una destilería cercana», añadía Juan Carlos Carpizo, otro de los cultivadores de lavanda.

El hecho es que el proyecto ya es «una realidad en el presente» y confían efectivamente en que tenga futuro.

Los requisitos para la plantación de estas flores de lavanda pasan por tener altitud «algo que tenemos» y por que la tierra sea capaz de filtrar el agua, que no se creen lagunas ni acumulaciones de agua, que no haya humedades, comentaba Legido.

De momento hay terreno destinado a la lavanda en Castellanos de Zapardiel, con 16 hectáreas; en Madrigal de las Altas Torres, con otras 25; en Palacios, con 12 hectáreas o en Crespos con otras siete, pero es que además hay varios agricultores interesados en apostar por este recurso y estiman que de cara a marzo se superarán con creces las 100 hectáreas.

Para Carlos García era de agradecer y así lo hizo que haya personas que «quieran emprender, que crean en el medio rural y sobre todo que se sientan orgullosas de la provincia» a ellos les brindó el apoyo de la institución provincial. De momento se ha encargado el estudio con el que buscar recursos de futuro, lo hará pero necesita contar con los  apoyos y conociendo los rendimientos  y con futuras incorporaciones al campo.

En este punto recordaba la reciente partida de 700.000 euros precisamente puesta en marcha para apoyar el tejido industrial y su mantenimiento en la provincia.

El rendimiento que se espera en estos cultivos lo estiman en torno a los 80 kilogramos por hectárea. Ante ello los profesionales que han optado por la lavanda como recurso reconocían que tenían esperanza en que esta andadura llegue a buen puerto y que «la ilusión del momento es enorme». De momento han pasado de seis a nueve los profesionales que han optado por este recurso pero reconocían que «necesitamos una extensión considerable».