Estar cuatro décadas editando una revista especializada sobre naturaleza y en papel, puede considerarse como todo un hito, más aún en los tiempos convulsos en los que estamos inmersos y donde lo digital lo invade todo sustituyendo lo tangible.

La revista Quercus celebra este mes de diciembre su 40 aniversario, ilustrando con la foto de unas lechuzas su portada, en un claro guiño recordatorio a su primer número impreso.

He recibido nada menos que el cuadernillo 430 con el que finaliza el año 2021, y me ha hecho recordar cómo ha cambiado todo desde ese tiempo pasado, especialmente en cuanto a asociaciones protectoras de la naturaleza se refiere, que hace muchos años abundaban y hacían una labor imprescindible parando diversos "atropellos". Hoy día las agresiones a la naturaleza continúan, algunas con el presunto "beneplácito" institucional, y sólo han sobrevivido desde antaño cuatro o cinco grupos ambientales que han unificado a los seguidores de lo natural dotándoles de una mayor capacidad de acción y eficiencia.

Recuerdo que los activistas de entonces hablábamos ya del cambio climático que los políticos de esa época negaban y sobre el que casi nadie creía; por desgracia el paso del tiempo ha terminado dándonos la razón a los que afirmábamos semejante premisa.

Por supuesto algo hemos avanzado, porque en esas épocas pasadas ocurría algo impensable en nuestros días: eran los propios organismos oficiales los que premiaban la matanza de rapaces en una vomitiva "Ley de Alimañas" que entró en vigor en 1953, que consistía en matar cualquier posible depredador de especies de caza, y que estuvo vigente hasta 1970, año en que se "suavizó" ligeramente.

A causa de esa barbaridad, muchas especies estuvieron al borde de la extinción, y puede considerarse como una de las leyes más dañinas de la historia en cuanto a medio ambiente se refiere. Antes de su primera modificación se exterminaron en España de forma legal cerca de 700.000 ejemplares. Hoy día esas antes consideradas alimañas han pasado a ser especies protegidas.

Actualmente está clara la recuperación de muchos de estos animales que estuvieron a punto de desaparecer; hemos pasado del antiguo uso del veneno como norma a la total prohibición, aunque aún se den casos de inconscientes que lo utilizan a pesar de la enormes multas que pueden recibir y del terrible daño que ocasionan a numerosos seres pudiendo llegar también hasta nosotros a través de la cadena trófica.

En cuanto a la naturaleza en los medios, hay que señalar a una persona mediática: Félix Rodríguez de la Fuente que fue capaz de mostrarnos a todos la vida salvaje a través de la televisión, radio, prensa, publicaciones... Con su voz profunda y capacidad de comunicación paralizaba media España cuando comenzaba la sintonía de su programa en la pequeña pantalla. Su trágico final tuvo lugar justo un año antes de la aparición de la revista Quercus.

Algunas publicaciones mensuales más nacieron frente a la emoción y amor por la naturaleza que comenzaba a despertarse entre los españoles gracias a la notable influencia de Félix. Hoy día de todas ellas sólo Quercus ha sobrevivido a los avatares de la historia y es la única revista impresa de este tipo de la que podemos disfrutar actualmente.