Domingo del Prado

Los lunes de Domingo

Domingo del Prado


¿Será culpa del Gobierno?

29/11/2021

Como me deja el Diario
este rincón, aprovecho
para contarles a ustedes
los más recientes sucesos
que han sucedido en la Hispania
en vísperas del Adviento:

Por fin se largó el Blask Frayle,
ya está fuera del convento,
aunque sigue dando guerra…
—Black Friday, dicen los cuerdos,
que al vulgo nos lo traducen
con eso de "Viernes Negro",
aunque, por ser más exactos,
mejor "El Viernes Trolero"—.
Lo dicho. Pasó Fray Blas
y ya estamos sin dineros,
que en el Blask Frayle gastamos
hasta el penúltimo euro.
Y es que… nos dejó sin blanca,
y en pelotas, o sea, en cueros.
¡Un demonio es este Frayle,
que hace picar el anzuelo
con anuncios rimbombantes, 
con ofertas y descuentos
que son ya más peligrosos
que las rebajas de enero!
Se lo dice un buen Domingo
que un lunes está escribiendo:
¡Cuidado con este viernes,
que puede dejarnos tiesos!

Cuanto más me lo pregunto
mucho menos yo lo entiendo.
¿Porqué llamarlo Black Friday
si otras palabras tenemos
en nuestro rico lenguaje
hablado en el mundo entero?
—excepto en La Catalonia,
donde ya lo dan por muerto—. 
¿Quién ha puesto la tal moda 
de que en el english hablemos?
Pues yo, perdonen, lectores,
no sigo tal contubernio,
aunque digan, con razón,
que soy duro de mollero
—y en masculino lo pongo,
pues mollera es de otro género—.
Que palabras adecuadas
"pa" casi todo tenemos;
sirvan, lectores amados,
como muestra, estos ejemplos:
—¿Porqué decir "number guán"
en vez de decir: "primero"?
—¿Porqué llamamos al "Coach"
al ir al entrenamiento?
-¿Porqué el que entrena es el "Míster"
del equipo futbolero?
—¿Porqué le llamamos "taper"
a ese "recipiente hermético"
y decimos "hago spoiler"
en vez de "el final reviento"?
—¿Porqué vamos a hacer "footing"
cuando tan solo "corremos"?
—¿Porqué el corredor es "runner",
aunque quede sin aliento?
Y es que estamos invadidos
por esos términos nuevos,
por modas anglosajonas,
por memes, memas y memos,
por costumbres de la USA
y mil palabros inglesos.
Defender el castellano
ya no nos importa un cuerno.
Y entonces yo me pregunto:
¿Será culpa del Gobierno?


De él, seguro. ¡Y de nosotros,
que queremos ser modernos!
Por eso, aquí, nuestra lengua
humildemente defiendo,
que a veces más parecemos…
—no digo aquí lo que pienso—.
Y estoy ya de tales modas
hasta los… ¡no escribo eso!
Yo no soy de ese Blask Frayle,
ni Jalo Güín yo celebro,
y hasta el mismo Santa Claus
a mi plin, me importa un bledo,
que soy de los Reyes Majos
que vienen el 6 de enero,
aunque lleguen jorobados,
igual que sus tres camellos.

Mientras tanto, la luz sube,
tanto, que está por los cielos,
y los ángeles se alumbran
con velas de metro y medio.
Y yo escribo aquí aterido,
como un témpano de hielo,
pues de calefacción solo
tengo el calor de mi cuerpo.
¡Ay, la que nos espera!
¡Cuán duro será el invierno!...
Y aquí vuelvo a preguntarme:
¿Será culpa del Gobierno?
¡Ay, qué cara está la luz!
Tan cara, que os  confieso
que estoy escribiendo a oscuras,
y yo ignoro si estos versos
hacen que ustedes sonrían
o que se queden más serios.

Hasta la columna próxima,
que muy negra yo la espero…
¡con vela habrán de leerla,
pues con bombilla… no creo!
Que sean ustedes felices
y que tengan buen provecho.
Y si felices no son…
¡Será culpa del Gobierno!